El embarazo más extraño en la historia de la medicina que alertó a toda Francia
Descubrimiento de médico tuvo que ser corroborado por la comunidad científica por la inexplicable malformación en el útero. Era el caso 27 en toda la historia de la medicina.
El descubrimiento del obstetra Pierre-Emmanuel Bouet ha dado la vuelta al mundo. En una consulta rutinaria a una mujer de 22 semanas de gestación observó que había algo extremadamente inusual y aparentemente mortal en el útero de la madre.
El hecho sucedió en el Centro Hospitalario de la Universidad de Angers, en Francia, cuando el obstetra analizó las ecografías y advirtió que las dos extremidades del bebé salían por el costado del útero. Las paredes de este órgano se habían roto.
De acuerdo al reporte de The New England Journal of Medicine, la ruptura no se produjo por el movimiento de la criatura sino por la rigidez de la pared que no pudo continuar expandiéndose más. No era el primer parto de la mujer, sino el sexto.
El peligro de provocar una hemorragia interna era inminente para la madre y el bebé. El feto era muy pequeño aún para nacer y los médicos no hicieron un diagnóstico favorable. Estaban frente al caso 27 en toda la historia de la medicina.
Emmabuel Bouet sugirió paralizar el embarazo pero los padres decidieron seguir adelante con el proceso, siempre monitoreando la evolución del parto. Ocho semanas después el niño neonato nació mediante cesárea. “El recién nacido vino al mundo saludable. Prematuro, pero saludable", se reportó.
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Descubrimiento de médico tuvo que ser corroborado por la comunidad científica por la inexplicable malformación en el útero. Era el caso 27 en toda la historia de la medicina.
El descubrimiento del obstetra Pierre-Emmanuel Bouet ha dado la vuelta al mundo. En una consulta rutinaria a una mujer de 22 semanas de gestación observó que había algo extremadamente inusual y aparentemente mortal en el útero de la madre.
El hecho sucedió en el Centro Hospitalario de la Universidad de Angers, en Francia, cuando el obstetra analizó las ecografías y advirtió que las dos extremidades del bebé salían por el costado del útero. Las paredes de este órgano se habían roto.
De acuerdo al reporte de The New England Journal of Medicine, la ruptura no se produjo por el movimiento de la criatura sino por la rigidez de la pared que no pudo continuar expandiéndose más. No era el primer parto de la mujer, sino el sexto.
El peligro de provocar una hemorragia interna era inminente para la madre y el bebé. El feto era muy pequeño aún para nacer y los médicos no hicieron un diagnóstico favorable. Estaban frente al caso 27 en toda la historia de la medicina.
Emmabuel Bouet sugirió paralizar el embarazo pero los padres decidieron seguir adelante con el proceso, siempre monitoreando la evolución del parto. Ocho semanas después el niño neonato nació mediante cesárea. “El recién nacido vino al mundo saludable. Prematuro, pero saludable", se reportó.
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