Una madre de familia contó que una inesperada conversación con una mujer a la que no conocía le salvó la vida. “Doy gracias a Dios por ella, todos los días”, afirmó. Esta es la historia.
La extraña vio un lunar en el brazo de Melissa y una biopsia descubrió que era canceroso. Foto: composición/ Melissa Alvin/ The Cleveland Clinic Center for Medical Art & Marketing Division
Melissa Albin, una residente de Ohio (noreste de Estados Unidos), estaba en un parque cerca de su casa jugando con sus hijos, hace algunos meses, cuando notó que una extraña que la estaba observando fijamente le advirtió que tenía un lunar que podía ser consecuencia de un cáncer de piel.
La desconocida joven, quien resultó ser una dermatóloga, se había percatado de uno de los lunares que tenía la joven en el brazo.
Tras disculparse por haberse quedado mirando de manera tan detenida, la desconocida le explicó el motivo.
“Finalmente, se acercó a mí y me dijo: ‘Lo siento mucho si esto es raro, pero he estado mirando el lunar en la parte posterior de tu brazo y me pregunto si alguna vez te lo revisaron’”, narró Albin, en una reciente entrevista con el medio Today.
“Ella dijo: ‘Soy dermatóloga y es muy preocupante para mí. Creo que debes ir a que te lo revisen lo antes posible’”, agregó.
La recomendación le cambió la vida a Melissa, ya que no se había revisado ese lunar. Ante elloo, pidió una cita en un centro de salud local y se confirmó el diagnóstico: tenía un melanoma.
Debido al gesto de la dermatóloga, Melissa recibió a tiempo un tratamiento para combatir el cáncer: “Doy gracias a Dios por ella, todos los días”, expresó.
“Que una completa extraña tuviera tanta preocupación y se tomara el tiempo de decir algo, me hizo darme cuenta de lo serio que era esto. Si ella no me hubiera dicho algo, lo hubiera seguido postergando”, concluyó.
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La extraña vio un lunar en el brazo de Melissa y una biopsia descubrió que era canceroso. Foto: composición/ Melissa Alvin/ The Cleveland Clinic Center for Medical Art & Marketing Division
Melissa Albin, una residente de Ohio (noreste de Estados Unidos), estaba en un parque cerca de su casa jugando con sus hijos, hace algunos meses, cuando notó que una extraña que la estaba observando fijamente le advirtió que tenía un lunar que podía ser consecuencia de un cáncer de piel.
La desconocida joven, quien resultó ser una dermatóloga, se había percatado de uno de los lunares que tenía la joven en el brazo.
Tras disculparse por haberse quedado mirando de manera tan detenida, la desconocida le explicó el motivo.
“Finalmente, se acercó a mí y me dijo: ‘Lo siento mucho si esto es raro, pero he estado mirando el lunar en la parte posterior de tu brazo y me pregunto si alguna vez te lo revisaron’”, narró Albin, en una reciente entrevista con el medio Today.
“Ella dijo: ‘Soy dermatóloga y es muy preocupante para mí. Creo que debes ir a que te lo revisen lo antes posible’”, agregó.
La recomendación le cambió la vida a Melissa, ya que no se había revisado ese lunar. Ante elloo, pidió una cita en un centro de salud local y se confirmó el diagnóstico: tenía un melanoma.
Debido al gesto de la dermatóloga, Melissa recibió a tiempo un tratamiento para combatir el cáncer: “Doy gracias a Dios por ella, todos los días”, expresó.
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