Su grasa corporal impidió la perforación de un órgano vital.
Si fuera delgado, estaría muerto”, dijo de primera instancia el hombre de 44 años que fue atacado con múltiples cuchillazos y 70 puntos de sutura.
Con algo más de sutileza pero aludiendo a la misma razón, los médicos de Exwick, en Exeter, Inglaterra, le explicaron a Danny Ross cómo había sobrevivido al ataque de David Johnson, diez años menor gracias a su grasa corporal.
Johnson lo acusaba de haberle robado dinero a un familiar y se puso violento poco antes de comenzar la discusión: “Tomó su cinturón y lo puso alrededor de mi cuello. En segundos, quedé inconsciente”, explicó Ross en declaraciones que reproduce Daily Mail.
Cegado de furia, el atacante comenzó a asestarle puñaladas en el costado, hasta llegar a un total de 38. Poco después se encontró con un amigo y le confesó que había cometido un crimen: “Listo, lo maté”.
Sin embargo, Ross no estaba muerto. El cuchillo de cocina que Johnson utilizó no llegó a perforar ningún órgano vital, y su víctima quedó sangrando y desmayado, pero vivo. Horas después se despertó en el hospital.
“El cuerpo médico tuvo mucho tacto para describirme lo que había pasado, pero yo soy más pesado de lo que me gustaría y ellos dijeron que ese sobrepeso fue lo que salvó mi vida”, confesó Ross.
David Johnson será juzgado por intento de asesinato.
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Si fuera delgado, estaría muerto”, dijo de primera instancia el hombre de 44 años que fue atacado con múltiples cuchillazos y 70 puntos de sutura.
Con algo más de sutileza pero aludiendo a la misma razón, los médicos de Exwick, en Exeter, Inglaterra, le explicaron a Danny Ross cómo había sobrevivido al ataque de David Johnson, diez años menor gracias a su grasa corporal.
Johnson lo acusaba de haberle robado dinero a un familiar y se puso violento poco antes de comenzar la discusión: “Tomó su cinturón y lo puso alrededor de mi cuello. En segundos, quedé inconsciente”, explicó Ross en declaraciones que reproduce Daily Mail.
Cegado de furia, el atacante comenzó a asestarle puñaladas en el costado, hasta llegar a un total de 38. Poco después se encontró con un amigo y le confesó que había cometido un crimen: “Listo, lo maté”.
Sin embargo, Ross no estaba muerto. El cuchillo de cocina que Johnson utilizó no llegó a perforar ningún órgano vital, y su víctima quedó sangrando y desmayado, pero vivo. Horas después se despertó en el hospital.
“El cuerpo médico tuvo mucho tacto para describirme lo que había pasado, pero yo soy más pesado de lo que me gustaría y ellos dijeron que ese sobrepeso fue lo que salvó mi vida”, confesó Ross.
David Johnson será juzgado por intento de asesinato.
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