Un restaurante de la ciudad australiana de Sídney asegura haber cocinado la mayor hamburguesa del mundo, que pesó 95.5 kilos (210.5 libras) y fue preparada durante doce horas por cuatro cocineros, informa hoy la prensa local.
El gigantesco bistec incluyó 81 kilos (178 libras) de carne, 120 huevos, 150 lonchas de queso, 16 tomates, 2 kilos (4 libras) de lechuga, 1.5 kilos (3.3 libras) de remolacha, 2 kilos (4 libras) de salsa especial y 21 kilos (46 libras) de pan con semillas de sésamo, precisa el diario "Herald Sun".
La hamburguesa supera la anterior marca mundial establecida en 84 kilos (185 libras) por una cafetería de Detroit (Estados Unidos), según Joe e Iman El-Ajouz, el matrimonio propietario del restaurante Ambrosia On The Spot de Sídney.
"Siempre había querido batir un récord. Ha sido muy divertido y una excelente herramienta de márketing", declaró al periódico Joe El-Ajouz.
Iman El-Ajouz explicó que la parte más difícil fue dar la vuelta a la carne, una operación en la que cada vez tuvieron que intervenir cuatro cocineros.
La hamburguesa fue degustada por los empleados del local y será incluida el próximo año en el menú para que sea certificada por el Libro Guinness de los Récords, aunque los dueños saben que no muchos estarán dispuestos a pagar 1,500 dólares australianos ($1,224).
El gigantesco bistec incluyó 81 kilos (178 libras) de carne, 120 huevos, 150 lonchas de queso, 16 tomates, 2 kilos (4 libras) de lechuga, 1.5 kilos (3.3 libras) de remolacha, 2 kilos (4 libras) de salsa especial y 21 kilos (46 libras) de pan con semillas de sésamo, precisa el diario "Herald Sun".
La hamburguesa supera la anterior marca mundial establecida en 84 kilos (185 libras) por una cafetería de Detroit (Estados Unidos), según Joe e Iman El-Ajouz, el matrimonio propietario del restaurante Ambrosia On The Spot de Sídney.
"Siempre había querido batir un récord. Ha sido muy divertido y una excelente herramienta de márketing", declaró al periódico Joe El-Ajouz.
Iman El-Ajouz explicó que la parte más difícil fue dar la vuelta a la carne, una operación en la que cada vez tuvieron que intervenir cuatro cocineros.
La hamburguesa fue degustada por los empleados del local y será incluida el próximo año en el menú para que sea certificada por el Libro Guinness de los Récords, aunque los dueños saben que no muchos estarán dispuestos a pagar 1,500 dólares australianos ($1,224).