A pesar de que fue trasladada a un centro médico, murió por el veneno de la mamba negra. El hecho ocurrió en África.
Una mamba negra, una de las serpientes más venenosas del mundo, entró a un salón de clases y mordió a una menor de 17 años en Zimbabue, África. Ella falleció 30 minutos después del ataque, según reportó The Herald of Zimbabue.
El medio indicó que la joven notó un aguijón en el muslo y alertó a la profesora, que se encontraba en el aula en ese momento. Tras ello, se dio cuenta de que se debía a la mordida de una serpiente.
El papá de la menor fallecida aseguró que fue trasladada a un centro médico, pero murió por el veneno. “Mi hija tenía un gran potencial y le encantaba ir a la escuela. Tenía grandes esperanzas puestas en la educación”, sostuvo el padre.
Según Christopher Murenga, director del colegio Rushinga, la menor de edad volvió al salón después de realizar actividades deportivas y cuando se sentó en la silla gritó que algo la había mordido.
Algunos estudiantes salieron corriendo, temerosos de cruzarse con el animal, mientras que otros mataron al reptil.
“Los alumnos descubrieron a la serpiente y todos entraron en pánico. Algunos saltaron por la ventana. Otros llevaron a la niña afuera para que recibiera ayuda. Sus padres llegaron en compañía de alguien con hierbas”, complementó el director.
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Una mamba negra, una de las serpientes más venenosas del mundo, entró a un salón de clases y mordió a una menor de 17 años en Zimbabue, África. Ella falleció 30 minutos después del ataque, según reportó The Herald of Zimbabue.
El medio indicó que la joven notó un aguijón en el muslo y alertó a la profesora, que se encontraba en el aula en ese momento. Tras ello, se dio cuenta de que se debía a la mordida de una serpiente.
El papá de la menor fallecida aseguró que fue trasladada a un centro médico, pero murió por el veneno. “Mi hija tenía un gran potencial y le encantaba ir a la escuela. Tenía grandes esperanzas puestas en la educación”, sostuvo el padre.
Según Christopher Murenga, director del colegio Rushinga, la menor de edad volvió al salón después de realizar actividades deportivas y cuando se sentó en la silla gritó que algo la había mordido.
Algunos estudiantes salieron corriendo, temerosos de cruzarse con el animal, mientras que otros mataron al reptil.
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