Las autoridades brasileñas investigan 3 posibles abusos perpetrados por Giovanni Quintella, quien terminó su preparación como anestesiólogo hace apenas 2 meses.
Giovanni Quintella Bezerra, de 32 años, fue arrestado bajo sospecha de violación luego de que lo filmaran ultrajando oralmente a una mujer embarazada, a quien había sedado para una cesaría. El indignante suceso ocurrió en el Hospital da Mulher en São João de Meriti, Río de Janeiro (Brasil).
La víctima dice tener vagos recuerdos del acto, pero que en el momento pensó que se trataba de una alucinación. Tanto ella como su familia se enteraron del abuso recién cuando vieron las noticias sobre el arresto del anestesiólogo.
Según el informe del caso, el personal del centro de salud estaba preocupado por la cantidad de medicamentos que Quintella les suministraba a los pacientes, por lo que instalaron una cámara secreta en la sala para saber con exactitud qué era lo que hacía.
Fue así que el equipo contempló con horror como el agresor abusó de su víctima durante 10 minutos, sin importarle que se encontraba a tan solo un metro de distancia de los otros médicos, quienes practicaban la cesárea en ese preciso momento.
El personal responsable de la grabación les dijo a las autoridades que Quintella había anestesiado a dos personas más ese día, por lo que se está investigando si también existió abuso en aquellas circunstancias.
La Fundación de Salud del Estado de Río de Janeiro y la Secretaría de Estado de Salud les dijeron a los medios locales que “se abrirá una investigación interna para tomar medidas administrativas”.
La Policía elogió a los trabajadores del hospital por haber actuado y registrado a Quintella, quien completó su formación médica en anestesia hace tan solo dos meses.
Ahora, el depravado se enfrenta a cargos de violación con una pena de prisión que oscila entre los 8 y 15 años de cárcel en Brasil.
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Giovanni Quintella Bezerra, de 32 años, fue arrestado bajo sospecha de violación luego de que lo filmaran ultrajando oralmente a una mujer embarazada, a quien había sedado para una cesaría. El indignante suceso ocurrió en el Hospital da Mulher en São João de Meriti, Río de Janeiro (Brasil).
La víctima dice tener vagos recuerdos del acto, pero que en el momento pensó que se trataba de una alucinación. Tanto ella como su familia se enteraron del abuso recién cuando vieron las noticias sobre el arresto del anestesiólogo.
Según el informe del caso, el personal del centro de salud estaba preocupado por la cantidad de medicamentos que Quintella les suministraba a los pacientes, por lo que instalaron una cámara secreta en la sala para saber con exactitud qué era lo que hacía.
Fue así que el equipo contempló con horror como el agresor abusó de su víctima durante 10 minutos, sin importarle que se encontraba a tan solo un metro de distancia de los otros médicos, quienes practicaban la cesárea en ese preciso momento.
El personal responsable de la grabación les dijo a las autoridades que Quintella había anestesiado a dos personas más ese día, por lo que se está investigando si también existió abuso en aquellas circunstancias.
La Fundación de Salud del Estado de Río de Janeiro y la Secretaría de Estado de Salud les dijeron a los medios locales que “se abrirá una investigación interna para tomar medidas administrativas”.
La Policía elogió a los trabajadores del hospital por haber actuado y registrado a Quintella, quien completó su formación médica en anestesia hace tan solo dos meses.
Ahora, el depravado se enfrenta a cargos de violación con una pena de prisión que oscila entre los 8 y 15 años de cárcel en Brasil.
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