Para nosotros, los seres humanos, los fuegos pirotécnicos pueden ser sinómino de festejo, pero para las mascotas son lo equivalente a un masivo bombardeo. Los efectos no solo son a nivel psicológico sino también físico. Desde lesiones en el oído hasta infartos pueden sufrir las mascotas durante las celebraciones navideñas.
El veterinario Héctor Maldonado señala que este estado se da a causa de la gran sensibilidad auditiva que poseen estos animales, muy superior a la del oído humano. "Las explosiones provocan una situación de inseguridad a los animales porque lo relacionan al ruido de una tormenta".
El promedio del espectro auditivo del ser humano es de 20-20.000 Hz (Unidad de frecuencia de vibraciones), mientras que el de los perros es de aproximadamente 20-65.000 Hz. Esta es la razón por las que muchos caninos, y también gatos, se sienten molestos por el ruido de una aspiradora, por ejemplo, porque emite un desagradable sonido de alta frecuencia que las personas no podemos oír.
"Se estresan sumamente en los días festivos y algunos mueren a consecuencia de la angustia. Tiene repercusiones cardiovasculares. Ellos verdaderamente son sometidos a un sufrimiento con el ruido provocado por los fuegos pirotécnicos", explica, por su parte, Elí Ríos, médico ambientalista de la Dirección Regional de Salud.
Ataques cardiacos, náuseas y vómitos, desorientación y falta de apetito pueden generarse a consecuencia de este "bombardeo".
"No es recomendable en ninguno de los casos atar al animal porque en la desesperación puede lastimarse", destacó Ríos.
Martha Ramírez, médico veterinaria, aporta que la mascota que se queda con los dueños debe dejarse tranquila, "no debe sobrecargarlo ya que terminará aumentando su nerviosismo. Ellos interpretan que la sobreprotección se da solo si hay peligro".
Indica que si se tiene una mascota que suele ponerse nerviosa de manera incontrolable, lo recomendable es darle una dosis de sedantes. Pero siempre bajo control veterinario, ya que estos medicamentos deben darse en una dosis que depende de las características de cada animal.
Los dueños de mascotas también compartes sus sugerencias, uno de ellos es Juan Crespo, quien opta por refugiar a las mascotas de su familia en uno de los cuartos, encender el aire acondicionado y la televisión para "distraer su atención y hasta ahora ha dado buenos resultados".
Fuente: Patricia Quiñónez - http://panorama.com.ve/portal/app/push/noticia92341.php
El veterinario Héctor Maldonado señala que este estado se da a causa de la gran sensibilidad auditiva que poseen estos animales, muy superior a la del oído humano. "Las explosiones provocan una situación de inseguridad a los animales porque lo relacionan al ruido de una tormenta".
El promedio del espectro auditivo del ser humano es de 20-20.000 Hz (Unidad de frecuencia de vibraciones), mientras que el de los perros es de aproximadamente 20-65.000 Hz. Esta es la razón por las que muchos caninos, y también gatos, se sienten molestos por el ruido de una aspiradora, por ejemplo, porque emite un desagradable sonido de alta frecuencia que las personas no podemos oír.
"Se estresan sumamente en los días festivos y algunos mueren a consecuencia de la angustia. Tiene repercusiones cardiovasculares. Ellos verdaderamente son sometidos a un sufrimiento con el ruido provocado por los fuegos pirotécnicos", explica, por su parte, Elí Ríos, médico ambientalista de la Dirección Regional de Salud.
Ataques cardiacos, náuseas y vómitos, desorientación y falta de apetito pueden generarse a consecuencia de este "bombardeo".
"No es recomendable en ninguno de los casos atar al animal porque en la desesperación puede lastimarse", destacó Ríos.
Martha Ramírez, médico veterinaria, aporta que la mascota que se queda con los dueños debe dejarse tranquila, "no debe sobrecargarlo ya que terminará aumentando su nerviosismo. Ellos interpretan que la sobreprotección se da solo si hay peligro".
Indica que si se tiene una mascota que suele ponerse nerviosa de manera incontrolable, lo recomendable es darle una dosis de sedantes. Pero siempre bajo control veterinario, ya que estos medicamentos deben darse en una dosis que depende de las características de cada animal.
Los dueños de mascotas también compartes sus sugerencias, uno de ellos es Juan Crespo, quien opta por refugiar a las mascotas de su familia en uno de los cuartos, encender el aire acondicionado y la televisión para "distraer su atención y hasta ahora ha dado buenos resultados".
Fuente: Patricia Quiñónez - http://panorama.com.ve/portal/app/push/noticia92341.php