Japón - Solo algunos perros sin dueños caminan por las calles de comunidades desalojadas tras la emergencia nuclear de Fukushima, una región donde ahora imperan varios pueblos fantasmas.
Los canes y otros animales, que parecen ajenos a la tragedia humana causada por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, que siguió a la emergencia nuclear, se topan de vez en cuando con personas con trajes de seguridad.
Se trata de las personas que todavía realizan rastreos en búsqueda de víctimas o ejecutan tareas como las mediciones diarias de los niveles de radiactividad, entre otras gestiones oficiales.
Al cumplirse hoy un mes de los devastadores fenómenos que propician una crisis sin precedente en Japón miles oraron por las víctimas fatales y por los desaparecidos a la hora exacta en que comenzó el gran sismo.
Minutos antes, muchos japoneses ya habían sentido otro fuerte temblor, esta vez con intensidad de 7.1 en la escala Richter.
Mientras, en Tokio, el primer ministro nipón, Naoto Kan, agradeció en una carta publicada en varios periódicos extranjeros la ayuda internacional prestada a Japón tras el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, cuando se cumple un mes de la tragedia.
En la misiva, que publican diarios como el coreano Chosun Ilbo, Kan transmite su "sincera gratitud a todos los países, regiones y personas que ofrecieron ayuda".
“Japón se reconstruirá a través de la fuerza del pueblo japonés y de la cooperación de la comunidad internacional. Devolveremos esta generosa ayuda", afirma Kan en su mensaje.
Tras el fuerte seísmo y el tsunami que asolaron hace un mes el noreste de Japón, el país recibió asistencia de más de 130 gobiernos y regiones, incluidos algunos con los que tradicionalmente mantiene tensas relaciones, como Corea del Norte o China.
El primer ministro nipón también planea agradecer personalmente la ayuda a distintos líderes mundiales a través de cartas o llamadas telefónicas, según fuentes oficiales citadas por la agencia local Kyodo.
La ayuda humanitaria continúa llegando a Miyagi, Fukushima e Iwate, las tres provincias más afectadas por la catástrofe, mientras cerca de 147.000 personas continúan en refugios.
El terremoto y el tsunami dejaron 13,116 muertos y 14,377 desaparecidos, según los últimos datos, y causaron una grave crisis en la central de energía nuclear de Fukushima, donde se trabaja día y noche para tratar de controlar varios reactores con problemas
Los canes y otros animales, que parecen ajenos a la tragedia humana causada por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, que siguió a la emergencia nuclear, se topan de vez en cuando con personas con trajes de seguridad.
Se trata de las personas que todavía realizan rastreos en búsqueda de víctimas o ejecutan tareas como las mediciones diarias de los niveles de radiactividad, entre otras gestiones oficiales.
Al cumplirse hoy un mes de los devastadores fenómenos que propician una crisis sin precedente en Japón miles oraron por las víctimas fatales y por los desaparecidos a la hora exacta en que comenzó el gran sismo.
Minutos antes, muchos japoneses ya habían sentido otro fuerte temblor, esta vez con intensidad de 7.1 en la escala Richter.
Mientras, en Tokio, el primer ministro nipón, Naoto Kan, agradeció en una carta publicada en varios periódicos extranjeros la ayuda internacional prestada a Japón tras el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, cuando se cumple un mes de la tragedia.
En la misiva, que publican diarios como el coreano Chosun Ilbo, Kan transmite su "sincera gratitud a todos los países, regiones y personas que ofrecieron ayuda".
“Japón se reconstruirá a través de la fuerza del pueblo japonés y de la cooperación de la comunidad internacional. Devolveremos esta generosa ayuda", afirma Kan en su mensaje.
Tras el fuerte seísmo y el tsunami que asolaron hace un mes el noreste de Japón, el país recibió asistencia de más de 130 gobiernos y regiones, incluidos algunos con los que tradicionalmente mantiene tensas relaciones, como Corea del Norte o China.
El primer ministro nipón también planea agradecer personalmente la ayuda a distintos líderes mundiales a través de cartas o llamadas telefónicas, según fuentes oficiales citadas por la agencia local Kyodo.
La ayuda humanitaria continúa llegando a Miyagi, Fukushima e Iwate, las tres provincias más afectadas por la catástrofe, mientras cerca de 147.000 personas continúan en refugios.
El terremoto y el tsunami dejaron 13,116 muertos y 14,377 desaparecidos, según los últimos datos, y causaron una grave crisis en la central de energía nuclear de Fukushima, donde se trabaja día y noche para tratar de controlar varios reactores con problemas