Christine era una estudiante de Ingeniería Química en Australia y se volvió millonaria de la noche a la mañana. Un fallo en el sistema le permitió vivir la vida que muchos sueñan.
Lo que le ocurrió a Christine Jiaxin Lee podría ser el sueño de cualquier joven de 21 años (como ella), ya que de un momento a otro y prácticamente sin esfuerzo se volvió millonaria. Ella era una estudiante de Ingeniería Química de la Universidad de Sidney, Australia, y un día de 2014 su vida cambió para siempre.
La compañía multinacional de servicios financieros Westpac tuvo un fallo en su sistema que terminó en una transferencia de 4,6 millones de dólares australianos a Jiaxin Lee.
La joven, en vez de reportarlo y buscar una solución, lo gastó en accesorios de lujo, ropa y cambió radicalmente su estilo de vida, el cual presumía cada vez que podía a través de las redes sociales.
La estudiante llegó a gastar más de 300.000 dólares en prendas de lujo en un solo día, según reporta el medio local Sidney Morning Herald. Sus prendas favoritas eran de Louis Vuitton, acompañadas de collares, perlas, pulseras Cartier, entre otras. Asimismo, con el pasar de los meses, se mudó a un apartamento de lujo con una vista impresionante.
En abril de 2015, sin embargo, como el dinero llegó intempestivamente, la Justicia tocó su puerta: congelaron sus cuentas y fue detenida. La joven había realizado 14 transferencias de distintos montos de 1,15 millones de dólares.
La abogada de Jiaxin Lee argumentó que era imposible probar que el gasto era ilegal, ya que todos los bolsos, artículos de lujo y transferencias no habían sido parte de ningún robo o ilícito.
La joven dijo que pensaba que el dinero había sido enviado por sus padres. Aunque devolvió algunos de los bienes, no pudieron recuperar la mayor parte del dinero. El banco señaló en un comunicado que había tomado todas las medidas posibles para recuperar el dinero.
En diciembre de 2017, la Fiscalía retiró los cargos en contra de la estudiante, que regresó a Malasia. Desde entonces no hay noticias de su paradero y tampoco se sabe si recuperó parte del dinero.
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Lo que le ocurrió a Christine Jiaxin Lee podría ser el sueño de cualquier joven de 21 años (como ella), ya que de un momento a otro y prácticamente sin esfuerzo se volvió millonaria. Ella era una estudiante de Ingeniería Química de la Universidad de Sidney, Australia, y un día de 2014 su vida cambió para siempre.
La compañía multinacional de servicios financieros Westpac tuvo un fallo en su sistema que terminó en una transferencia de 4,6 millones de dólares australianos a Jiaxin Lee.
La joven, en vez de reportarlo y buscar una solución, lo gastó en accesorios de lujo, ropa y cambió radicalmente su estilo de vida, el cual presumía cada vez que podía a través de las redes sociales.
La estudiante llegó a gastar más de 300.000 dólares en prendas de lujo en un solo día, según reporta el medio local Sidney Morning Herald. Sus prendas favoritas eran de Louis Vuitton, acompañadas de collares, perlas, pulseras Cartier, entre otras. Asimismo, con el pasar de los meses, se mudó a un apartamento de lujo con una vista impresionante.
En abril de 2015, sin embargo, como el dinero llegó intempestivamente, la Justicia tocó su puerta: congelaron sus cuentas y fue detenida. La joven había realizado 14 transferencias de distintos montos de 1,15 millones de dólares.
La abogada de Jiaxin Lee argumentó que era imposible probar que el gasto era ilegal, ya que todos los bolsos, artículos de lujo y transferencias no habían sido parte de ningún robo o ilícito.
La joven dijo que pensaba que el dinero había sido enviado por sus padres. Aunque devolvió algunos de los bienes, no pudieron recuperar la mayor parte del dinero. El banco señaló en un comunicado que había tomado todas las medidas posibles para recuperar el dinero.
En diciembre de 2017, la Fiscalía retiró los cargos en contra de la estudiante, que regresó a Malasia. Desde entonces no hay noticias de su paradero y tampoco se sabe si recuperó parte del dinero.
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