por jimo 30th Mayo 2010, 15:51
La pequeña de ocho años que ayer sobrevivió milagrosamente a una descarga eléctrica por un rayo no sabe lo que sucedió y el único recuerdo que viene a su mente -hasta el momento- es el instante en que su papá Edgar Ramos, luego de haberla resucitado, le decía "¿me ves, estás bien?".
Un poco adolorida por el shock eléctrico y las contusiones que recibió, hoy la niña amaneció alerta y con un diagnóstico de mejoría por parte de los médicos que la atienden en el Hospital Pediátrico de Centro Médico.
"Luego de hacerle una serie de estudios, los médicos nos dijeron que la nena está dentro de todo bien, pero tendrá que permanecer hospitalizada por lo menos otro día más para monitorear que su ritmo cardiaco y sus riñones no se hayan afectado", destacó el padre de la menor que ayer, poco después de la 1:00 de la tarde, fue alcanzada por un rayo mientras ayudaba a su mamá a sembrar unas plantas en el jardín de su casa en la urbanización Valle Arriba Heights, en Carolina.
Ramos, quien salvó la vida de su hija tras practicarle el proceso de resucitación cardiopulmonar, describió como "una horrible pesadilla" la tensión que vivió ayer cuando luego de un estruendoso trueno vio a su hija tirada en el piso. De hecho, su vecino Ralph Blanco dijo que el ruido fue tan ensordecedor "que parecía que habían chocado 50 carros al mismo tiempo".
"Estaba monga, no respiraba, tenía los labios morados, los ojos virados y su piel botaba humo. Bueno, parecía que tenía fiebre de 50 grados. Fue entonces, cuando la vi malita que le empecé a dar CPR y resucitación boca a boca", rememoró.
El hombre, ni su esposa Iowany Meléndez, pudieron dormir anoche pensando en el momento de tensión cuando vieron a su única hija entre la vida y la muerte.
"Definitivamente, me la regalaron de nuevo. Ahora hay que hacerle dos cumpleaños porque volvió a nacer ayer", dijo quien está sumamente agradecido de la respuesta rápida que tuvieron tanto la Policía Municipal como los rescatistas de la Oficina de Manejo de Emergencias de Carolina, quienes fueron trascendentales para que hoy la historia de la menor sea una de celebración de vida.
"Si ellos no me montan en la patrulla y salimos de aquí para el hospital, no sé lo que hubiera sucedido", dijo Ramos sobre el momento en que el agente Pablo Pizarro, con la ayuda de sus compañeros Anthony Rivera, Jomarie Rivera y el sargento Miguelangel Seijo transportaban a la niña hacia el Hospital de la Universidad de Puerto Rico, en Carolina.
