Un chuletón en el Smith & Wollenski por $2.62 millones. Eso es lo que va a pagar un anónimo para compartir mesa en el restaurante neoyorquino con el oráculo de Omaha, Warren Buffett, el inversor más reputado de Wall Street. Es el precio más alto pagado nunca. El dinero se destinará a beneficencia.
La subasta, convertida ya en tradición tras 11 ediciones, empezó sin mucho entusiasmo en el portal electrónico eBay. A doce horas de que se cerrara la puja, la apuesta más alta rondaba los $1.5 millones. Hubo quien dudó si sería suficiente para rebasar los $1.8 millones que se pagaron el año pasado, en plena crisis.
El afortunado, porque para pagar el cubierto a este precio debe tener una gran fortuna, podrá invitar a siete comensales. El dinero, que multiplica por 105 lo que se pagó en la primera subasta en 2000, irá destinado a la fundación Glide, con sede en San Francisco y que sirve comida a los necesitados. Hasta la fecha, Buffett recaudó con la subasta benéfica $8.56 millones.
Viendo la historia de esta subasta, está claro como el valor y el prestigio de Buffett fue creciendo progresivamente en el tiempo. Su brazo financiero Berkshire Hathaway es una de las 10 compañías más potentes en el Standard & Poors. El oráculo de Omaha es un firme defensor de devolver a la sociedad lo que le ha dado. La fortuna de Buffett, de 79 años, es estimada por Forbes en $47,000 millones, por debajo de la del mexicano Carlos Slim (el hombre más rico del mundo) y por encima de la de su amigo y socio en obras benéficas Bill Gates. Glide era la organización caritativa preferida de la primera esposa de Buffet, que murió en 2004.
La subasta, convertida ya en tradición tras 11 ediciones, empezó sin mucho entusiasmo en el portal electrónico eBay. A doce horas de que se cerrara la puja, la apuesta más alta rondaba los $1.5 millones. Hubo quien dudó si sería suficiente para rebasar los $1.8 millones que se pagaron el año pasado, en plena crisis.
El afortunado, porque para pagar el cubierto a este precio debe tener una gran fortuna, podrá invitar a siete comensales. El dinero, que multiplica por 105 lo que se pagó en la primera subasta en 2000, irá destinado a la fundación Glide, con sede en San Francisco y que sirve comida a los necesitados. Hasta la fecha, Buffett recaudó con la subasta benéfica $8.56 millones.
Viendo la historia de esta subasta, está claro como el valor y el prestigio de Buffett fue creciendo progresivamente en el tiempo. Su brazo financiero Berkshire Hathaway es una de las 10 compañías más potentes en el Standard & Poors. El oráculo de Omaha es un firme defensor de devolver a la sociedad lo que le ha dado. La fortuna de Buffett, de 79 años, es estimada por Forbes en $47,000 millones, por debajo de la del mexicano Carlos Slim (el hombre más rico del mundo) y por encima de la de su amigo y socio en obras benéficas Bill Gates. Glide era la organización caritativa preferida de la primera esposa de Buffet, que murió en 2004.