Debido a la mirada machista que existe sobre la sexualidad femenina, los doctores del siglo XIX plantearon que la insatisfacción sexual de las mujeres era una enfermedad llamada ‘‘histeria’', la cual debía tratarse con la masturbación.
El vibrador era vendido como un artefacto casero a través de revistas de costura y moda. El modelo de la foto data de 1930. Foto: PA vía Guetty Images
En los últimos años, el vibrador se ha convertido en una artefacto que reduce la brecha de género que existe en el placer. Sin embargo, no siempre se lo consideró como un objeto que tuviera un fin sexual, sino como un aparato terapéutico empleado para curar una supuesta enfermedad que afectaba a una gran cantidad de mujeres durante el siglo XIX: la supuesta ‘‘histeria femenina’'.
De acuerdo a la educadora sexual Sandra Campó, algunos de los síntomas de esta enfermedad femenina —que no era más la insatisfacción sexual de las mujeres— constaban de desmayos, dolor de cabeza, insomnio, irritabilidad, y pérdida de apetito. En el siglo XIX, en plena época victoriana en Inglaterra, los casos de las féminas que presentaban estas señales iban en crecimiento.
La solución a estos problemas era un tratamiento médico que consistía en aplicar lo que se llamaba masajes pélvicos; es decir, “la estimulación manual de la vulva por parte del doctor —la masturbación— hasta que la paciente alcanzara el denominado paroxismo histérico —el orgasmo—”, detalla la especialista.
El placer sexual femenino era tan dejado de lado que los médicos de la época no podían concebir que una mujer experimentara ni siquiera deseo, por lo que, bajo ese pensamiento machista, su sexualidad era reducida a lo reproductivo.
¿Cuál es el origen del vibrador?
El “tratamiento” que aplicaban los médicos era efectivo, pero agotador: muchas veces no se daban abasto para atender a las pacientes, pues algunas de ellas podían estar horas bajo la estimulación sin llegar al orgasmo.
“Ante este panorama, surge la idea de crear un aparato que sirva para reemplazar la labor manual del doctor”, y en 1870 se crear el primer vibrador mecánico; en 1873, el primer vibrador electromecánico; y en 1880, el vibrador de baterías, creado por el médico británico Joseph Mortimer Granville.
Es en este último año en que este artefacto se empieza ha popularizar como un objeto casero a través de catálogos de las publicaciones femeninas de la época dedicadas a la costura y a la moda. No fue hasta los inicios de la revolución sexual durante la segunda mitad del siglo XX que el vibrador dejó de ser considerado una herramienta terapéutica para pasar a ser un juguete sexual.
Un anuncio publicado en 1906 que describe el uso del vibrador como "indispensable tras darse un baño o hacer ejercicio" publicado en Filadelfia, Estados Unidos. Foto: archivo Jay Paull
Un anuncio publicado en 1906 que describe el uso del vibrador como "indispensable tras darse un baño o hacer ejercicio" publicado en Filadelfia, Estados Unidos. Foto: archivo Jay Paull
https://larepublica.pe/sexualidad/2022/03/14/como-nacio-el-vibrador-el-tratamiento-contra-una-enfermedad-femenina-que-nunca-existio-atmp/
El vibrador era vendido como un artefacto casero a través de revistas de costura y moda. El modelo de la foto data de 1930. Foto: PA vía Guetty Images
En los últimos años, el vibrador se ha convertido en una artefacto que reduce la brecha de género que existe en el placer. Sin embargo, no siempre se lo consideró como un objeto que tuviera un fin sexual, sino como un aparato terapéutico empleado para curar una supuesta enfermedad que afectaba a una gran cantidad de mujeres durante el siglo XIX: la supuesta ‘‘histeria femenina’'.
De acuerdo a la educadora sexual Sandra Campó, algunos de los síntomas de esta enfermedad femenina —que no era más la insatisfacción sexual de las mujeres— constaban de desmayos, dolor de cabeza, insomnio, irritabilidad, y pérdida de apetito. En el siglo XIX, en plena época victoriana en Inglaterra, los casos de las féminas que presentaban estas señales iban en crecimiento.
La solución a estos problemas era un tratamiento médico que consistía en aplicar lo que se llamaba masajes pélvicos; es decir, “la estimulación manual de la vulva por parte del doctor —la masturbación— hasta que la paciente alcanzara el denominado paroxismo histérico —el orgasmo—”, detalla la especialista.
El placer sexual femenino era tan dejado de lado que los médicos de la época no podían concebir que una mujer experimentara ni siquiera deseo, por lo que, bajo ese pensamiento machista, su sexualidad era reducida a lo reproductivo.
¿Cuál es el origen del vibrador?
El “tratamiento” que aplicaban los médicos era efectivo, pero agotador: muchas veces no se daban abasto para atender a las pacientes, pues algunas de ellas podían estar horas bajo la estimulación sin llegar al orgasmo.
“Ante este panorama, surge la idea de crear un aparato que sirva para reemplazar la labor manual del doctor”, y en 1870 se crear el primer vibrador mecánico; en 1873, el primer vibrador electromecánico; y en 1880, el vibrador de baterías, creado por el médico británico Joseph Mortimer Granville.
Es en este último año en que este artefacto se empieza ha popularizar como un objeto casero a través de catálogos de las publicaciones femeninas de la época dedicadas a la costura y a la moda. No fue hasta los inicios de la revolución sexual durante la segunda mitad del siglo XX que el vibrador dejó de ser considerado una herramienta terapéutica para pasar a ser un juguete sexual.
Un anuncio publicado en 1906 que describe el uso del vibrador como "indispensable tras darse un baño o hacer ejercicio" publicado en Filadelfia, Estados Unidos. Foto: archivo Jay Paull
Un anuncio publicado en 1906 que describe el uso del vibrador como "indispensable tras darse un baño o hacer ejercicio" publicado en Filadelfia, Estados Unidos. Foto: archivo Jay Paull
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