El incidente ocurrió en Gabón (Centro de África). El menor recibió atención médica 3 horas después de producirse la lesión.
El niño fue llevado a un hospital en Gabón con un vendaje compresivo empapado en sangre. Foto: AFP/referencial
Un niño, de 9 años, se amputó parcialmente su propio pene mientras trituraba verduras con un mortero. La castración ocurrió en Gabón, según Urology Case Reports, que publicó un estudio médico que detalla el evento.
No se reveló la fecha del incidente, pero el menor herido no buscó tratamiento durante tres horas después de sufrir la “lesión traumática del pene”.
El niño fue llevado a un hospital con un vendaje compresivo empapado en sangre y de inmediato fue trasladado al quirófano.
Los médicos describieron su comportamiento como “ansioso”. Además, al examinar la virilidad destrozada del niño, descubrieron que se había amputado parcialmente el glande del pene y se había roto por completo la uretra, el conducto que transmite la orina desde la vejiga.
Trascendió que los especialistas lograron salvar el pene del paciente, limpiando la herida y cosiendo el glande nuevamente. Sin embargo, posteriormente sufrió una infección grave que provocó que sus partes inferiores se hincharan y que los puntos del pene se soltaran, reseñó The New York Post.
El menor se pudo recuperar y su infección desapareció por los antibióticos recetados. Luego de haber pasado 25 días en un centro de salud en Gabón, pudo regresar a casa.
El informe médico reflejado en Urology Case Reports destaca que el niño volvió a hacerse un chequeo un año después y su pene estaba en perfectas condiciones. “Ya no hay ningún fenómeno inflamatorio local, ni estenosis uretral y cicatrización indolora y estéticamente aceptable”, se lee en el texto.
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El niño fue llevado a un hospital en Gabón con un vendaje compresivo empapado en sangre. Foto: AFP/referencial
Un niño, de 9 años, se amputó parcialmente su propio pene mientras trituraba verduras con un mortero. La castración ocurrió en Gabón, según Urology Case Reports, que publicó un estudio médico que detalla el evento.
No se reveló la fecha del incidente, pero el menor herido no buscó tratamiento durante tres horas después de sufrir la “lesión traumática del pene”.
El niño fue llevado a un hospital con un vendaje compresivo empapado en sangre y de inmediato fue trasladado al quirófano.
Los médicos describieron su comportamiento como “ansioso”. Además, al examinar la virilidad destrozada del niño, descubrieron que se había amputado parcialmente el glande del pene y se había roto por completo la uretra, el conducto que transmite la orina desde la vejiga.
Trascendió que los especialistas lograron salvar el pene del paciente, limpiando la herida y cosiendo el glande nuevamente. Sin embargo, posteriormente sufrió una infección grave que provocó que sus partes inferiores se hincharan y que los puntos del pene se soltaran, reseñó The New York Post.
El menor se pudo recuperar y su infección desapareció por los antibióticos recetados. Luego de haber pasado 25 días en un centro de salud en Gabón, pudo regresar a casa.
El informe médico reflejado en Urology Case Reports destaca que el niño volvió a hacerse un chequeo un año después y su pene estaba en perfectas condiciones. “Ya no hay ningún fenómeno inflamatorio local, ni estenosis uretral y cicatrización indolora y estéticamente aceptable”, se lee en el texto.
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