El preservativo femenino con púas se adhiere al miembro del agresor y da tiempo a la víctima para que logre escapar. En la ciudad donde fue lanzado, se estima que una de cada cuatro mujeres ha sido violada.
Si tan solo tuviera dientes allí”, fue el desgarrador testimonio que escuchó la doctora e investigadora en Sudáfrica, Sonnet Ehlders, de una sobreviviente de abuso sexual en 1969. Desde ese momento, la especialista trabajó en la creación de un dispositivo antiviolación, el cual denominó Rape-aXe. El preservativo femenino con “navajas” salió a la venta en 2012 con un costo de $ 2 la unidad.
“Le prometí a esa mujer que algún día haría algo para ayudar a otros en su situación. Ahora, varias décadas después, tengo la intención de cumplir esta promesa transformando su idea en un dispositivo diseñado para brindar a las mujeres una mayor oportunidad de escapar de la agresión sexual y llevar a sus atacantes ante la justicia”, explicó Ehlders.
Cómo funciona el preservativo Rape-aXe
Rape-aXe no provoca ninguna molestia para la mujer y se puede quitar cuando sienta que ya no es necesario usarlo como dispositivo de protección.
El preservativo femenino funciona cuando la vaina de látex se inserta en la vagina de la misma manera que un tampón, y en caso de penetración, el pene queda atrapado gracias a dos ranuras interiores dentadas que causan dolor y quedan agarradas al miembro del agresor sexual. El dolor que sufre el violador en ese momento da tiempo a la víctima para poder escapar o denunciar el hecho ante las autoridades.
Por su parte, el atacante tendrá que acudir al médico, ya que mientras tenga el preservativo aferrado a su pene no podrá orinar, solo podrá desprenderse del dispositivo con una pequeña cirugía. Esto da como resultado la identificación positiva del agresor y puede ayudar en su posterior arresto y condena. El dispositivo retirado se puede utilizar para hacer coincidir el ADN del violador y la víctima para proporcionar pruebas en el tribunal.
“Duele, no podrá orinar y caminar cuando está enganchado. Si intenta quitárselo, se aferrará aún más… Sin embargo, no rompe la piel y no hay peligro de exposición a líquidos”, sostuvo la doctora.
Críticas a Rape-aXe
Los críticos sostienen que el “condón femenino no es una solución a largo plazo y hace que las mujeres sean vulnerables a más violencia por parte de los hombres atrapados por el dispositivo”.
También es una forma de “esclavitud”, sostuvo Victoria Kajja, miembro de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades del país de Uganda, en el este de África. “Los temores que rodean a la víctima, el acto de ser agredida representa una esclavitud a la que ninguna mujer debería ser sometida. No solo presenta a la víctima una falsa sensación de seguridad, sino un trauma psicológico”, añadió.
Las pruebas en Sudáfrica
De acuerdo con el sitio del dispositivo, el primer prototipo de Rape-aXe se lanzó en 2005 en Ciudad del Cabo y se distribuyeron miles de muestras en las principales ciudades del país.
Según datos del sitio, 1 de cada 4 mujeres ha sido violada en su vida. Las estadísticas sobre delitos publicadas por el Servicio de Policía de Sudáfrica en 2013 sugieieron que la violación es muy poco denunciada, informó Milenio.
Además, la compañía de estos dispositivos indicó que se está tratando de hacer asequible el precio para todas las mujeres, aunque el costo en algunos países desarrollados puede ser más que en los países subdesarrollados.
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Si tan solo tuviera dientes allí”, fue el desgarrador testimonio que escuchó la doctora e investigadora en Sudáfrica, Sonnet Ehlders, de una sobreviviente de abuso sexual en 1969. Desde ese momento, la especialista trabajó en la creación de un dispositivo antiviolación, el cual denominó Rape-aXe. El preservativo femenino con “navajas” salió a la venta en 2012 con un costo de $ 2 la unidad.
“Le prometí a esa mujer que algún día haría algo para ayudar a otros en su situación. Ahora, varias décadas después, tengo la intención de cumplir esta promesa transformando su idea en un dispositivo diseñado para brindar a las mujeres una mayor oportunidad de escapar de la agresión sexual y llevar a sus atacantes ante la justicia”, explicó Ehlders.
Cómo funciona el preservativo Rape-aXe
Rape-aXe no provoca ninguna molestia para la mujer y se puede quitar cuando sienta que ya no es necesario usarlo como dispositivo de protección.
El preservativo femenino funciona cuando la vaina de látex se inserta en la vagina de la misma manera que un tampón, y en caso de penetración, el pene queda atrapado gracias a dos ranuras interiores dentadas que causan dolor y quedan agarradas al miembro del agresor sexual. El dolor que sufre el violador en ese momento da tiempo a la víctima para poder escapar o denunciar el hecho ante las autoridades.
Por su parte, el atacante tendrá que acudir al médico, ya que mientras tenga el preservativo aferrado a su pene no podrá orinar, solo podrá desprenderse del dispositivo con una pequeña cirugía. Esto da como resultado la identificación positiva del agresor y puede ayudar en su posterior arresto y condena. El dispositivo retirado se puede utilizar para hacer coincidir el ADN del violador y la víctima para proporcionar pruebas en el tribunal.
“Duele, no podrá orinar y caminar cuando está enganchado. Si intenta quitárselo, se aferrará aún más… Sin embargo, no rompe la piel y no hay peligro de exposición a líquidos”, sostuvo la doctora.
Críticas a Rape-aXe
Los críticos sostienen que el “condón femenino no es una solución a largo plazo y hace que las mujeres sean vulnerables a más violencia por parte de los hombres atrapados por el dispositivo”.
También es una forma de “esclavitud”, sostuvo Victoria Kajja, miembro de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades del país de Uganda, en el este de África. “Los temores que rodean a la víctima, el acto de ser agredida representa una esclavitud a la que ninguna mujer debería ser sometida. No solo presenta a la víctima una falsa sensación de seguridad, sino un trauma psicológico”, añadió.
Las pruebas en Sudáfrica
De acuerdo con el sitio del dispositivo, el primer prototipo de Rape-aXe se lanzó en 2005 en Ciudad del Cabo y se distribuyeron miles de muestras en las principales ciudades del país.
Según datos del sitio, 1 de cada 4 mujeres ha sido violada en su vida. Las estadísticas sobre delitos publicadas por el Servicio de Policía de Sudáfrica en 2013 sugieieron que la violación es muy poco denunciada, informó Milenio.
Además, la compañía de estos dispositivos indicó que se está tratando de hacer asequible el precio para todas las mujeres, aunque el costo en algunos países desarrollados puede ser más que en los países subdesarrollados.
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