El profesor Michele Meo enseña una muestra del aerogel ultraliviano (Foto: Universidad de Bath)
Si todo sale como está previsto, podríamos pronto volar por el mundo casi sin ruido alrededor dentro de un avión. No más turbinas, no más molestias en los oídos. Es que científicos del Reino Unido acaban de crear un material similar al merengue que podría hacer que los aviones fueran tan silenciosos como un secador de pelo.
Se trata de un material increíblemente liviano, que en su textura se parece al merengue -si al mismo que se usa en la elaboración de bizcochos y dulces- y que podría hacer el milagro de insonorizar las cabinas de los aviones como nunca antes.
Fue desarrollado en la Universidad de Bath y se trata de un aerogel ultraligero de óxido de grafeno y alcohol polivinílico que pesa sólo 2.1 kilogramos (4.6 libras) por metro cúbico (35 pies cúbicos), lo que lo convierte en el aislamiento acústico más ligero jamás manufacturado.
Según los científicos que los desarrollaron, podría utilizarse como aislante dentro de los motores de los aviones para reducir el ruido hasta en 15.8 decibeles, bajando así el rugido actual de las aeronaves que es de alrededor de 105 decibeles.
Ese es el nivel de ruido que genera un motor a reacción al despegar. A 16 decibeles, el ruido de las aeronaves sería similar al de un secador de cabello.
El aerogel tiene una estructura en forma de merengue que lo hace extremadamente liviano, lo que significa que además de actuar como aislante tendría otro beneficio y es que haría a los aviones más livianos. ¿Por qué esto es importante? Porque a menor peso, se precisa menos combustible para que el avión vuele y por lo tanto los costos del viaje total se abaratan. ¿Entonces? Volaríamos más cómodos y por menos dinero.
El equipo de investigación que desarrolló el aerogel se encuentra ahora optimizando el material para que ofrezca una mejor disipación del calor, lo que redundaría también en una mayor eficiencia del combustible y seguridad.
El método del desarrollo y fabricación del aerogel ha sido publicado por los investigadores del Centro de Materiales y Estructuras de Bath (MAST, en inglés) en la revista Nature Scientific Reports.
"Se trata claramente de un material muy interesante que podría aplicarse de muchas maneras, inicialmente en el sector aeroespacial, pero potencialmente en muchos otros campos, como los automóviles y el transporte marítimo, así como en la edificación y la construcción", explicó el profesor Michele Meo, que dirigió la investigación.
"Hemos conseguido producir una densidad tan extremadamente baja utilizando una combinación líquida de óxido de grafeno y un polímero, que se forma con burbujas de aire batido -como ocurre con el merengue- y se liofiliza”, señaló.
“En un nivel muy básico, la técnica puede compararse con batir claras de huevo para crear merengues: es sólido pero contiene mucho aire, por lo que no hay penalización de peso o eficiencia para lograr grandes mejoras en el confort y el ruido", sostuvo.
Aunque el objetivo inicial de los científicos que acompañaron a Meo -Mario Rapisarda y Gian-Piero Malfense Fierro- era trabajar con socios del sector aeroespacial para probar el material como aislante acústico en motores de aviones, dicen que también podría utilizarse para paneles en helicópteros o motores de coches.
Otra de las ventajas de este nuevo material es que, según dicen los creadores, es amigable con el medio ambiente.
La porosidad ajustable de este aerogel permite incrustarlo en una estructura con forma panal, lo que facilita su producción y ensamblaje y por lo que calculan que este nuevo material podría utilizarse comercialmente en 18 meses.
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