Foto referencial. El caso de la escritora saudita de 32 años, Mariam al-Otaibi, sentó un precedente, cuando en julio del 2020, ganó el derecho a vivir sola. Foto: AFP
El país abolió la Ley del absentismo, norma machista que permitía que padres, esposos o tutores masculinos denuncien y sancionen con penas de cárcel a mujeres que decidieran independizarse de sus hogares.
Hasta mediados del 2021, las mujeres adultas en Arabia Saudita podían ser demandadas por sus familias por irse a vivir solas si no tenían un permiso previo de un tutor masculino, al cual se le denomina ‘walí'. En caso no lo hicieran, arriesgaban ser condenadas a penas de cárcel debido a que este acto era considerado un delito.
Esta situación recién ha cambiado, pues el país de Medio Oriente hizo historia al modificar un artículo en la ley que permite que todas las solteras, divorciadas o viudas pueden tener su propio hogar sin la autorización de un hombre o un tutor masculino, un rol que en la mayoría de los casos era ejercido por los padres, abuelos, hermanos o hasta hijos.
“Una mujer adulta tiene derecho a elegir dónde vivir. El guardián de una mujer solo puede denunciarla si tiene pruebas que demuestren que cometió un delito. Si una mujer es condenada a una pena de cárcel, no será entregada a su guardián después de completar su condena”, explica la nueva enmienda de Arabia Saudita, la cual suprime el párrafo B del Artículo 169 de la Ley de Procedimiento ante los Tribunales de la Sharia, por lo que las familias tampoco podrán presentar demandas contra las féminas que decidan vivir solas.
Pese al avance en la conquista de derechos de las mujeres en Arabia Saudita, estas aún son sometidas a cumplir mandatos machistas, tales como el uso obligatorio de prendas que les cubran todo el cuerpo. Foto: AFP
Pese al avance en la conquista de derechos de las mujeres en Arabia Saudita, estas aún son sometidas a cumplir mandatos machistas, tales como el uso obligatorio de prendas que les cubran todo el cuerpo. Foto: AFP
El precedente para este hecho histórico lo marcó la escritora saudita de 32 años, Mariam al-Otaibi, cuando en julio del año pasado ganó el derecho a vivir sola tras haber sido juzgada por viajar sola sin el permiso de su padre. El tribunal dictó una sentencia que no tiene precedentes en el país, según la cual tenía “derecho a elegir dónde vivir”.
Denunciada por su familia, Al-Otaibi fue detenida tres años antes tras huir de su casa familiar en Al-Rass, a 400 kilómetros al noroeste de la capital, Riyadh. Se había trasladado por las acusaciones de malos tratos por parte de su padre y sus hermanos.
Pese a que en los últimos años se han registrado avances en la conquista de los derechos femeninos, el Informe sobre Brecha de Género del Foro Económico Mundial en 2018 alertó que Arabia Saudita es una de las naciones más desiguales del mundo y fue posicionado en el lugar 141 de un ranking de 149 países.
Asimismo, se mantienen restricciones como el uso obligatorio de la abaya —una túnica que cubre hasta los pies y que se pone sobre la vestimenta que solo deja al descubierto la cara y manos de las mujeres—, o del niqab, indumentaria con la que solo se ven los ojos.
Previamente, un informe de 2016 de Human Rights Watch destacó que el gobierno saudita debe aplicar reformas graduales en favor de la igualdad de género, pues todavía está influenciado por la estricta interpretación de la ley islámica por parte del poderoso estamento clerical conservador.
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