LONDRES -Decenas de esqueletos antiguos desenterrados en el norte de Inglaterra parecen ser los restos de gladiadores romanos, uno de los cuales tiene una mordedura de un animal grande, dijeron hoy arqueólogos que investigan el hallazgo.
Los especialistas sostienen que las nuevas pruebas forenses sugieren que los 80 esqueletos excavados en la ciudad de York pertenecen a luchadores profesionales que con frecuencia perdían la vida mientras entretenían a los espectadores.
La mayoría de los esqueletos eran masculinos y parecían más fuertes y más altos que el romano promedio. Los indicios de tensión en los músculos de los brazos sugieren que fueron entrenados en las artes marciales desde la adolescencia.
El equipo que investiga los restos dijo que una de las mejores pistas es un mordisco de grandes proporciones efectuado por un carnívoro en la cadera y el hombro de uno de los esqueletos. La mordida seguramente fue hecha por un león, un tigre o un oso.
“La presencia de mordidas es una de las evidencias más fuertes que sugieren que podrían estar relacionados a las arenas de gladiadores. Sería muy poco probable que este individuo haya sido atacado por un tigre cuando iba de camino a su casa”, dijo Michael Wysocki, un profesor de antropología forense y arqueología que estudió los esqueletos. Al parecer las mordidas causaron la muerte de la persona.
Los gladiadores solían recorrer el imperio romano para presentar espectáculos y el territorio que es ahora York, al norte de Londres, no era la excepción.
Wysocki dijo que los gladiadores solían ser decapitados por piedad después de sufrir heridas horribles durante sus peleas. Además, los esqueletos estaban enterrados junto a piezas de arcilla, animales y ofrendas, lo que sugiere que eran personas reconocidas y no criminales.
Para otros especialistas este no necesariamente es un cementerio de gladiadores y bien podría tratarse de un grupo de soldados.
Jenny Hall, principal curador de arqueología romana en el Museo de Londres dijo que era poco probable que hubieran muerto 80 gladiadores al presentarse en York porque los espectáculos de este tipo eran costosos y en muchos casos actuados.
Los restos fueron hallados al comenzar un proyecto de construcción. Veintitrés de los esqueletos fueron encontrados en el jardín de un residente. Se cree que los restos del cementerio datan de finales del siglo I al siglo IV de nuestra era.
Los especialistas sostienen que las nuevas pruebas forenses sugieren que los 80 esqueletos excavados en la ciudad de York pertenecen a luchadores profesionales que con frecuencia perdían la vida mientras entretenían a los espectadores.
La mayoría de los esqueletos eran masculinos y parecían más fuertes y más altos que el romano promedio. Los indicios de tensión en los músculos de los brazos sugieren que fueron entrenados en las artes marciales desde la adolescencia.
El equipo que investiga los restos dijo que una de las mejores pistas es un mordisco de grandes proporciones efectuado por un carnívoro en la cadera y el hombro de uno de los esqueletos. La mordida seguramente fue hecha por un león, un tigre o un oso.
“La presencia de mordidas es una de las evidencias más fuertes que sugieren que podrían estar relacionados a las arenas de gladiadores. Sería muy poco probable que este individuo haya sido atacado por un tigre cuando iba de camino a su casa”, dijo Michael Wysocki, un profesor de antropología forense y arqueología que estudió los esqueletos. Al parecer las mordidas causaron la muerte de la persona.
Los gladiadores solían recorrer el imperio romano para presentar espectáculos y el territorio que es ahora York, al norte de Londres, no era la excepción.
Wysocki dijo que los gladiadores solían ser decapitados por piedad después de sufrir heridas horribles durante sus peleas. Además, los esqueletos estaban enterrados junto a piezas de arcilla, animales y ofrendas, lo que sugiere que eran personas reconocidas y no criminales.
Para otros especialistas este no necesariamente es un cementerio de gladiadores y bien podría tratarse de un grupo de soldados.
Jenny Hall, principal curador de arqueología romana en el Museo de Londres dijo que era poco probable que hubieran muerto 80 gladiadores al presentarse en York porque los espectáculos de este tipo eran costosos y en muchos casos actuados.
Los restos fueron hallados al comenzar un proyecto de construcción. Veintitrés de los esqueletos fueron encontrados en el jardín de un residente. Se cree que los restos del cementerio datan de finales del siglo I al siglo IV de nuestra era.