Lisa Reed, una ciudadana neozelandesa, recuperó de forma milagrosa la visión tras golpearse la cabeza contra una mesa. Una historia que muchos han calificado de increíble pero la cual han certificado los médicos.
Con motivo de la Semana de la Ceguera, Nueva Zelanda ha desvelado un caso que parece poco creíble pero que realmente ha sucedido. Lisa Reed perdió la visión cuando era una niña debido a un tumor cerebral que le afectaba al nervio óptico. Una situación que tuvo que afrontar durante cerca de 13 años, fecha en la que su vida cambió por completo.
Esta joven neozelandesa se iba a despedir como cada noche de Ami, su mascota, la cual se encontraba durmiendo bajo una mesa de la cocina. Para su desgracia, perdió la noción del espacio en ese momento y se golpeó fuertemente su cabeza. El dolor, de forma evidente, fue grande pero se fue a la cama con la misma sensación de siempre.
Sin embargo, al día siguiente las cosas habían cambiado y mucho. Reed se despertó y notó que había algo en su cuerpo era completamente diferente. Al principio, se encontraba algo confusa y pasados unos segundos se dio cuenta que había recuperado, de forma parcial, la visión.
"Nadie sabe qué pasó, ni puede explicarlo. Realmente no puedo describir lo que sentí. Fue fantástico, maravilloso. No se puede imaginar lo que significa no poder ver y luego, de repente, poder. Es un regalo ver al mundo nuevamente", explicaba a Daily Mail.
En tan sólo unas semanas, concretamente el próximo 16 de noviembre, se cumplen 14 años de que Lisa Reed recuperara parte de su visión. La Fundación para Ciegos del país oceánico, que le ayudó en los momentos más difíciles, ha aprovechado este impresionante caso para recaudar fondos para una parte de la población que se ve afectada por esta complicada situación.
Fuente: Q!
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Con motivo de la Semana de la Ceguera, Nueva Zelanda ha desvelado un caso que parece poco creíble pero que realmente ha sucedido. Lisa Reed perdió la visión cuando era una niña debido a un tumor cerebral que le afectaba al nervio óptico. Una situación que tuvo que afrontar durante cerca de 13 años, fecha en la que su vida cambió por completo.
Esta joven neozelandesa se iba a despedir como cada noche de Ami, su mascota, la cual se encontraba durmiendo bajo una mesa de la cocina. Para su desgracia, perdió la noción del espacio en ese momento y se golpeó fuertemente su cabeza. El dolor, de forma evidente, fue grande pero se fue a la cama con la misma sensación de siempre.
Sin embargo, al día siguiente las cosas habían cambiado y mucho. Reed se despertó y notó que había algo en su cuerpo era completamente diferente. Al principio, se encontraba algo confusa y pasados unos segundos se dio cuenta que había recuperado, de forma parcial, la visión.
"Nadie sabe qué pasó, ni puede explicarlo. Realmente no puedo describir lo que sentí. Fue fantástico, maravilloso. No se puede imaginar lo que significa no poder ver y luego, de repente, poder. Es un regalo ver al mundo nuevamente", explicaba a Daily Mail.
En tan sólo unas semanas, concretamente el próximo 16 de noviembre, se cumplen 14 años de que Lisa Reed recuperara parte de su visión. La Fundación para Ciegos del país oceánico, que le ayudó en los momentos más difíciles, ha aprovechado este impresionante caso para recaudar fondos para una parte de la población que se ve afectada por esta complicada situación.
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