El hombre nunca pensó recuperarlo. El ciudadano británico perdió sus dientes tras arrojar en un basural, luego de haber bebido demasiada sidra en una playa española hace más de una década.
Las autoridades españolas la encontraron y se la enviaron por correo. Foto: referencial/Dental Strong-El Sol
Un ciudadano de Inglaterra de 63 años se quedó asombrado cuando las autoridades españolas le devolvieron por correo la dentadura postiza que había perdido durante una noche de borrachera en la ciudad de Benidorm hace 11 años, informaron los medios locales el jueves 10 de febrero.
Paul Bishop, que reside cerca de Mánchester, en el noroeste de Inglaterra, extravió su dentadura en esa localidad de la costa mediterránea en 2011 mientras vomitaba en una basura, tras haber bebido demasiada sidra.
La búsqueda resultó infructuosa. Su sorpresa fue mayúscula cuando la dentadura postiza llegó a su casa recientemente en un paquete. Pensó que “alguien le estaba gastando una broma”.
Había sido hallada en un vertedero español. Después, “encontraron mi ADN y mi dirección en los registros británicos y la enviaron por correo”, aseguró.
Bishop, que fue fotografiado con los dientes recuperados en una bolsa de plástico, calificó la devolución de “increíble”.
El hecho para Paul todavía sigue siendo “increíble”. “Ahora mis dientes son famosos... ¡Voy a tener que abrir un museo de dientes de Stalybridge!”, concluyó entre risas el adulto mayor.
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Las autoridades españolas la encontraron y se la enviaron por correo. Foto: referencial/Dental Strong-El Sol
Un ciudadano de Inglaterra de 63 años se quedó asombrado cuando las autoridades españolas le devolvieron por correo la dentadura postiza que había perdido durante una noche de borrachera en la ciudad de Benidorm hace 11 años, informaron los medios locales el jueves 10 de febrero.
Paul Bishop, que reside cerca de Mánchester, en el noroeste de Inglaterra, extravió su dentadura en esa localidad de la costa mediterránea en 2011 mientras vomitaba en una basura, tras haber bebido demasiada sidra.
La búsqueda resultó infructuosa. Su sorpresa fue mayúscula cuando la dentadura postiza llegó a su casa recientemente en un paquete. Pensó que “alguien le estaba gastando una broma”.
Había sido hallada en un vertedero español. Después, “encontraron mi ADN y mi dirección en los registros británicos y la enviaron por correo”, aseguró.
Bishop, que fue fotografiado con los dientes recuperados en una bolsa de plástico, calificó la devolución de “increíble”.
El hecho para Paul todavía sigue siendo “increíble”. “Ahora mis dientes son famosos... ¡Voy a tener que abrir un museo de dientes de Stalybridge!”, concluyó entre risas el adulto mayor.
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