Habla un borracho a la estación de policía a las tres de la mañana:
"Bueeeno, ¡hic! ¿Delegación de policía?, ¡hic!"
"Sí, señor, a sus órdenes".
¿Me puede mandar quince policías?
"¡Cómo no, señor! ¿Adónde?"
"¡A chingar a su madre! ¡Hic!"
"Bueeeno, ¡hic! ¿Delegación de policía?, ¡hic!"
"Sí, señor, a sus órdenes".
¿Me puede mandar quince policías?
"¡Cómo no, señor! ¿Adónde?"
"¡A chingar a su madre! ¡Hic!"