El lago Assai, en la república africana de Yibuti, se ubica a 150 metros por debajo del nivel del mar y es uno de los sitios más calurosos del planeta.
Con temperaturas que llegan a los 125 grados Fahrenheit durante el verano, las poblaciones nómadas de la zona necesitan mucha agua para no deshidratarse, pero el lago salado no sirve para paliar la sed.
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