"Aunque partí el día sintiéndome bien, mi humor cambió al mediodía. Comencé a sentirme muy aislado. A las 2 p.m. sentí la urgencia de revisar mi correo electrónico. Me sentía como en una isla desierta... Me movía nervioso, como si fuera adicto a mi iPod y a otros dispositivos para medios, y quizás lo soy".
Ese fue el testimonio de uno de los 200 universitarios que participaron en "24 horas: desconectado", un estudio del Centro Internacional para los Medios y la Agenda Pública (ICPMA, en inglés) de la U. de Maryland (Estados Unidos) y que tenía como objetivo que los estudiantes tomaran conciencia del rol que cumplen los medios y la información en su vida y de lo omnipresentes que están.
En el experimento -liderado por Susan Moeller, experta en medios y directora del ICPMA-, los alumnos dejaron los medios sociales por un día. Nada de Internet, Facebook, MSN, Twitter, celulares, iPods y TV, entre otros, por 24 horas. Luego, debieron narrar su experiencia.
Los resultados impactaron al equipo de investigación. "Muchos describieron sus reacciones en -literalmente- los mismos términos que se asocian a la adicción a las drogas y al alcohol: sentían la abstinencia, estaban extremadamente angustiados, tenían ansias desesperadas de volver a usarlos, estaban miserables, nerviosos y locos", dice el estudio.
"Era esperable que no les fuera fácil, pero me sorprendió lo emocional de sus reacciones: se sentían solos o estaban más irritables", cuenta Jessica Roberts, integrante del equipo de investigación.
La conclusión es clara: muchos estudiantes no sólo no están dispuestos a funcionar sin conexión, sino que no son capaces de hacerlo. Además, la tecnología portátil les ha hecho necesitar conexión casi instantánea con familiares y amigos.
Ese fue el testimonio de uno de los 200 universitarios que participaron en "24 horas: desconectado", un estudio del Centro Internacional para los Medios y la Agenda Pública (ICPMA, en inglés) de la U. de Maryland (Estados Unidos) y que tenía como objetivo que los estudiantes tomaran conciencia del rol que cumplen los medios y la información en su vida y de lo omnipresentes que están.
En el experimento -liderado por Susan Moeller, experta en medios y directora del ICPMA-, los alumnos dejaron los medios sociales por un día. Nada de Internet, Facebook, MSN, Twitter, celulares, iPods y TV, entre otros, por 24 horas. Luego, debieron narrar su experiencia.
Los resultados impactaron al equipo de investigación. "Muchos describieron sus reacciones en -literalmente- los mismos términos que se asocian a la adicción a las drogas y al alcohol: sentían la abstinencia, estaban extremadamente angustiados, tenían ansias desesperadas de volver a usarlos, estaban miserables, nerviosos y locos", dice el estudio.
"Era esperable que no les fuera fácil, pero me sorprendió lo emocional de sus reacciones: se sentían solos o estaban más irritables", cuenta Jessica Roberts, integrante del equipo de investigación.
La conclusión es clara: muchos estudiantes no sólo no están dispuestos a funcionar sin conexión, sino que no son capaces de hacerlo. Además, la tecnología portátil les ha hecho necesitar conexión casi instantánea con familiares y amigos.