LIMA -Los cultivos de coca, materia primera de la cocaína, han aumentando por cuarto año consecutivo en Perú , mientras que han descendido en Colombia, según datos revelados hoy por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
La UNODC —siglas en inglés del organismo— presentó en Lima su informe anual que señaló que se detectaron 3.800 nuevas hectáreas de cultivos ilegales de coca en Perú, con lo que la superficie total pasó de 56.100 hectáreas en el 2008 a 59.900 hectáreas en el 2009, un repunte de 6,8%.
En Bogotá, la UNODC dijo que Colombia, a pesar de registrar un descenso en los cultivos, se mantiene como el primer país en sembradíos: los cultivos pasaron de 81.000 hectáreas en el 2008 a 68.000 hectáreas el año pasado, una disminución de 16%.
Y en Bolivia crecieron a 30.900 hectáreas el año pasado, un repunte de 1% con respecto al 2008, cuando fueron 30.500, según Aldo Lale-Demoz, representante de la UNODC en Colombia, al presentar el informe anual de cultivos en una conferencia de prensa.
La UNODC atribuyó los resultados a los esfuerzos del gobierno de Evo Morales.
En total en los tres países andinos, los cultivos pasaron de 167.600 hectáreas a 158.800 hectáreas, que representa una reducción de 5,3%, dijo Lale-Demoz. En Ecuador, también de la región andina, los cultivos son muy marginales.
“Estamos recalcando que todo este mérito (de una baja regional) se atribuye exclusivamente a un descenso (de los cultivos) en Colombia”, afirmó Lale-Demoz.
“Lo que estamos diciendo es que el gran esfuerzo que se ha invertido a nivel humano, a nivel económico en países como Colombia debería ser trasladado, repetido y multiplicado en otros países”, añadió el funcionario de la UNODC, cuyo informe se realiza en base a imágenes satelitales, sobrevuelo y visitas de campo.
Los sembradíos en Colombia han venido bajando al menos desde 2007 cuando totalizaban las 99.000 hectáreas, reduciéndose a 81.000 en el 2008, según la UNODC.
El general Oscar Naranjo, director de la Policía Nacional colombiana, afirmó que estaban satisfechos por la baja en el porcentaje de los sembradíos, aunque no eran “triunfalistas” porque “todavía falta mucho por hacer”, dijo el oficial en la presentación del informe de la ONODC.
Coletta Youngers, de la no gubernamental Washington Office on Latin America (Wola), afirmó en entrevista telefónica que el panorama general es que los cultivos se mantienen estables en la región andina.
Los cultivos y producción “cambian de un país a otro. Ha habido claramente algún éxito, de acuerdo con las estadísticas, en Colombia”, dijo Youngers. Pero esos éxitos “son borrados por Perú”.
“Es muy claro que el narcotráfico se está expandiendo en Perú”, agregó Youngers al destacar que las autoridades antidrogas de ese país están “mal equipadas y mal entrenadas”, pero además se debe combatir la corrupción que impera tanto en altos como niveles medios de los cuerpos oficiales antinarcóticos.
En Lima, Rómulo Pizarro, jefe de la entidad estatal antidrogas DEVIDA, admitió que existe “un sentimiento de frustración” ante el crecimiento de la superficie cultivada de cocales, pese a los esfuerzos del gobierno peruano en los programas de erradicación y de desarrollo de programas alternativos, pero aclaró que cualquier esfuerzo para detener el avance del narcotráfico es valioso.
En 1999 existían en Perú 38.700 hectáreas de cocales, pero ese número ha aumentado sostenidamente hasta la fecha, excepto por dos disminuciones ocurridas en el 2003 y el 2005.
El representante de UNODC para Perú y Ecuador, Flavio Mirella, dijo que la superficie cultivada de cocales en Perú representa actualmente “poco más del 37% del total de la zona del mercado de producción de hoja de coca” en la región.
“Colombia está en primer lugar, sigue manteniendo el liderazgo con casi un 43% de extensión, y Bolivia está casi llegando al 20%”, señaló.
En Ecuador, también de la región andina, los cultivos son muy marginales.
La UNODC —siglas en inglés del organismo— presentó en Lima su informe anual que señaló que se detectaron 3.800 nuevas hectáreas de cultivos ilegales de coca en Perú, con lo que la superficie total pasó de 56.100 hectáreas en el 2008 a 59.900 hectáreas en el 2009, un repunte de 6,8%.
En Bogotá, la UNODC dijo que Colombia, a pesar de registrar un descenso en los cultivos, se mantiene como el primer país en sembradíos: los cultivos pasaron de 81.000 hectáreas en el 2008 a 68.000 hectáreas el año pasado, una disminución de 16%.
Y en Bolivia crecieron a 30.900 hectáreas el año pasado, un repunte de 1% con respecto al 2008, cuando fueron 30.500, según Aldo Lale-Demoz, representante de la UNODC en Colombia, al presentar el informe anual de cultivos en una conferencia de prensa.
La UNODC atribuyó los resultados a los esfuerzos del gobierno de Evo Morales.
En total en los tres países andinos, los cultivos pasaron de 167.600 hectáreas a 158.800 hectáreas, que representa una reducción de 5,3%, dijo Lale-Demoz. En Ecuador, también de la región andina, los cultivos son muy marginales.
“Estamos recalcando que todo este mérito (de una baja regional) se atribuye exclusivamente a un descenso (de los cultivos) en Colombia”, afirmó Lale-Demoz.
“Lo que estamos diciendo es que el gran esfuerzo que se ha invertido a nivel humano, a nivel económico en países como Colombia debería ser trasladado, repetido y multiplicado en otros países”, añadió el funcionario de la UNODC, cuyo informe se realiza en base a imágenes satelitales, sobrevuelo y visitas de campo.
Los sembradíos en Colombia han venido bajando al menos desde 2007 cuando totalizaban las 99.000 hectáreas, reduciéndose a 81.000 en el 2008, según la UNODC.
El general Oscar Naranjo, director de la Policía Nacional colombiana, afirmó que estaban satisfechos por la baja en el porcentaje de los sembradíos, aunque no eran “triunfalistas” porque “todavía falta mucho por hacer”, dijo el oficial en la presentación del informe de la ONODC.
Coletta Youngers, de la no gubernamental Washington Office on Latin America (Wola), afirmó en entrevista telefónica que el panorama general es que los cultivos se mantienen estables en la región andina.
Los cultivos y producción “cambian de un país a otro. Ha habido claramente algún éxito, de acuerdo con las estadísticas, en Colombia”, dijo Youngers. Pero esos éxitos “son borrados por Perú”.
“Es muy claro que el narcotráfico se está expandiendo en Perú”, agregó Youngers al destacar que las autoridades antidrogas de ese país están “mal equipadas y mal entrenadas”, pero además se debe combatir la corrupción que impera tanto en altos como niveles medios de los cuerpos oficiales antinarcóticos.
En Lima, Rómulo Pizarro, jefe de la entidad estatal antidrogas DEVIDA, admitió que existe “un sentimiento de frustración” ante el crecimiento de la superficie cultivada de cocales, pese a los esfuerzos del gobierno peruano en los programas de erradicación y de desarrollo de programas alternativos, pero aclaró que cualquier esfuerzo para detener el avance del narcotráfico es valioso.
En 1999 existían en Perú 38.700 hectáreas de cocales, pero ese número ha aumentado sostenidamente hasta la fecha, excepto por dos disminuciones ocurridas en el 2003 y el 2005.
El representante de UNODC para Perú y Ecuador, Flavio Mirella, dijo que la superficie cultivada de cocales en Perú representa actualmente “poco más del 37% del total de la zona del mercado de producción de hoja de coca” en la región.
“Colombia está en primer lugar, sigue manteniendo el liderazgo con casi un 43% de extensión, y Bolivia está casi llegando al 20%”, señaló.
En Ecuador, también de la región andina, los cultivos son muy marginales.