por jimo 9th Agosto 2022, 14:46
El ejército de Taiwán hace simulacros militares, en caso de que se tengan que defender de China y sus amenazas. (AP)
Taiwán advirtió el martes que los ejercicios militares chinos no son sólo un ensayo para una invasión de la isla autónoma, sino que también reflejan la ambición de controlar grandes franjas del Pacífico occidental, mientras Taipei realizaba sus propios ejercicios para subrayar que está preparado para defenderse.
Enfadados por la reciente visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán, China ha enviado barcos y aviones militares a través de la línea media que separa a ambas partes en el Estrecho de Taiwán y ha lanzado misiles a las aguas que rodean la isla. Los simulacros, que comenzaron el jueves, han interrumpido los vuelos y la navegación en una de las zonas más transitadas para el comercio mundial.
Haciendo caso omiso de los llamamientos para calmar las tensiones, Pekín ha prolongado las maniobras sin anunciar cuándo terminarán.
El ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, dijo que, además de aspirar a anexionarse la democracia isleña, que se separó del continente en medio de una guerra civil en 1949, China quiere establecer su dominio en el Pacífico occidental. Eso incluiría el control de los mares de China oriental y meridional a través del estrecho de Taiwán y la imposición de un bloqueo para impedir que Estados Unidos y sus aliados ayuden a Taiwán en caso de ataque, dijo en una conferencia de prensa en Taipei.
Los ejercicios muestran la "ambición geoestratégica de China más allá de Taiwán", que Pekín reclama como territorio propio, dijo Wu.
"China no tiene derecho a interferir o alterar" la democracia de Taiwán o sus interacciones con otras naciones, añadió.
La evaluación de Wu sobre las maniobras de China fue más sombría que la de otros observadores, pero se hizo eco de la preocupación generalizada de que Pekín está tratando de ampliar su influencia en el Pacífico, donde Estados Unidos tiene bases militares y amplios tratados de colaboración.
China ha dicho que sus maniobras fueron provocadas por la visita de Pelosi, pero Wu dijo que Pekín estaba utilizando su viaje como pretexto para realizar maniobras intimidatorias que se estaban preparando desde hace tiempo. China también prohibió algunas importaciones de alimentos taiwaneses después de la visita y cortó el diálogo con Estados Unidos en una serie de temas que van desde los contactos militares hasta la lucha contra el crimen transnacional y el cambio climático.
Pelosi también desestimó la indignación de China como una maniobra pública, señalando en el programa Today de la cadena NBC que "nadie dijo una palabra" sobre una delegación del Senado hace unos meses de visita. Más tarde, en la cadena de noticias MSNBC, dijo que el presidente chino Xi Jinping estaba actuando como un "matón asustado".
"No creo que el presidente de China deba controlar los horarios de los miembros del Congreso", dijo.
Con sus maniobras, China se ha acercado a las fronteras de Taiwán y puede estar tratando de establecer una nueva normalidad en la que podría llegar a controlar el acceso a los puertos y el espacio aéreo de la isla. Pero esto probablemente provocaría una fuerte respuesta de los militares de la isla, cuya población está muy a favor del statu quo de la independencia de facto.
Estados Unidos, principal valedor de Taipei, también se ha mostrado dispuesto a hacer frente a las amenazas de Pekín. Washington no tiene vínculos diplomáticos formales con Taiwán por deferencia a Pekín, pero está legalmente obligado a garantizar que la isla pueda defenderse y a tratar todas las amenazas contra ella como asuntos de grave preocupación.
Esto deja abierta la cuestión de si Washington enviaría fuerzas si China atacara a Taiwán. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho en repetidas ocasiones que Estados Unidos está obligado a hacerlo, pero sus colaboradores se han retractado rápidamente de esos comentarios.
Más allá de los riesgos geopolíticos, una crisis prolongada en el estrecho de Taiwán, una vía importante para el comercio mundial, podría tener importantes implicaciones para las cadenas de suministro internacionales en un momento en el que el mundo ya se enfrenta a interrupciones e incertidumbre tras la pandemia de coronavirus y la guerra en Ucrania. En particular, Taiwán es un proveedor crucial de chips informáticos para la economía mundial, incluidos los sectores de alta tecnología de China.
En respuesta a los simulacros, Taiwán ha puesto sus fuerzas en alerta, pero hasta ahora se ha abstenido de tomar medidas activas para contrarrestarlos.
El martes, su ejército realizó ejercicios de artillería con fuego real en el condado de Pingtung, en su costa sureste.
El ejército seguirá entrenando y acumulando fuerzas para hacer frente a la amenaza de China, dijo el mayor general Lou Woei-jye, portavoz del 8º Mando del Ejército de Taiwán. "No importa cuál sea la situación... ésta es la mejor manera de defender nuestro país".
Taiwán, que en su día fue una colonia japonesa, sólo tenía vagas conexiones con la China imperial y luego se separó del continente en 1949. A pesar de no haber gobernado nunca la isla, el Partido Comunista de China la considera su propio territorio y ha tratado de aislarla diplomática y económicamente, además de aumentar las amenazas militares.
Washington ha insistido en que la visita de Pelosi no cambió su "política de una sola China", que sostiene que Estados Unidos no tiene una posición sobre el estatus de las dos partes, sino que desea que su disputa se resuelva pacíficamente.
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