El hombre de nacionalidad estadounidense, de 64 años, fue extraditado desde Colombia a Florida por acusaciones de fraude.
En el 2020, un juez había advertido sobre esta venta, pero el implicado hizo caso omiso. Foto: EFE/referencial
Un falso pastor religioso fue acusado de vender sustancias extrañas y tóxicas a una comunidad de adeptos. Según ellos, el sujeto las promovía como “milagrosa cura” contra la COVID-19, pero pronto descubrieron de qué líquido se trataba en realidad.
Mark Grenon, un adulto mayor de 64 años, llegó hasta Colombia para, supuestamente, ejercer la labor de pastor. Él y sus tres hijos (Jordan, de 28 años; Joseph, de 34; y Jonathan, de 36) son acusados de participar en el fraude contra los miembros de la iglesia Genesis II Church of Health and Healing.
Esta entidad era una organización fantasma en la que la familia maniobraba para vender artículos “milagrosos” que curaban ciertas dolencias y hasta el coronavirus.
El año pasado, los acusados fueron señalados por cargos de conspiración, cuatro cargos de fraude (uno por cada integrante de la familia) y dos de desacato criminal. Los implicados se declararon inocentes de los cargos, pero a pesar de ello las investigaciones continuaron.
Mark fue extraditado desde el país caribeño hasta Miami, donde la Justicia viene siguiendo el caso. Según los fiscales, los hombres lograron vender miles de botellas de la sustancia a seguidores de la ‘iglesia’.
El líquido que se comercializó es una conocida sustancia que en otras regiones es denominada como dióxido de cloro. Este compuesto se volvió popular entre las personas que buscaban “medicinas alternativas” contra el coronavirus.
Trascendió que, en el 2020, un juez federal le indicó a Grenon que dejara de vender el líquido, pero este no hizo caso.
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En el 2020, un juez había advertido sobre esta venta, pero el implicado hizo caso omiso. Foto: EFE/referencial
Un falso pastor religioso fue acusado de vender sustancias extrañas y tóxicas a una comunidad de adeptos. Según ellos, el sujeto las promovía como “milagrosa cura” contra la COVID-19, pero pronto descubrieron de qué líquido se trataba en realidad.
Mark Grenon, un adulto mayor de 64 años, llegó hasta Colombia para, supuestamente, ejercer la labor de pastor. Él y sus tres hijos (Jordan, de 28 años; Joseph, de 34; y Jonathan, de 36) son acusados de participar en el fraude contra los miembros de la iglesia Genesis II Church of Health and Healing.
Esta entidad era una organización fantasma en la que la familia maniobraba para vender artículos “milagrosos” que curaban ciertas dolencias y hasta el coronavirus.
El año pasado, los acusados fueron señalados por cargos de conspiración, cuatro cargos de fraude (uno por cada integrante de la familia) y dos de desacato criminal. Los implicados se declararon inocentes de los cargos, pero a pesar de ello las investigaciones continuaron.
Mark fue extraditado desde el país caribeño hasta Miami, donde la Justicia viene siguiendo el caso. Según los fiscales, los hombres lograron vender miles de botellas de la sustancia a seguidores de la ‘iglesia’.
El líquido que se comercializó es una conocida sustancia que en otras regiones es denominada como dióxido de cloro. Este compuesto se volvió popular entre las personas que buscaban “medicinas alternativas” contra el coronavirus.
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