Lo mío era un puesto de supervisor general, por ello decidí junto a mi mujer dejar el gran estilo de vida que teníamos para intentar este nuevo reto”, expresó el afectado.
Su jefe le dijo que era obeso y que no podía realizar las tareas para las que había sido contratado. Foto: Pixabay
Aunque la sociedad luche a diario por tener una vida más sana y libre de prejuicios, la verdad es que la discriminación es un tema a resaltar en el mundo laboral. Y esto se puede reflejar en la historia de un hombre que no fue aceptado en su trabajo debido a su obesidad.
Hamish Griffin, de 51 años de edad, vivió con su esposa e hijo hasta finales del 2021, en Queensland, Australia. Sin embargo, este recibió la respuesta de un prometedor trabajo, en la isla de Tasmania, la cual está ubicada a más de 3.000 kilómetros de su hogar, por lo que decidieron vender todas sus pertenencias para comenzar la nueva vida que les esperaba.
A pesar de ello, y con su nuevo trabajo como supervisor de un alojamiento vacacional, se topó con la sorpresa de que su jefe, Paul Dutton, lo fue a visitar por primera vez y le pidió que le ayudara a mover un sillón, aprovechando el momento para decirle que no quería que trabajase más en su empresa, con la excusa de que no lo consideraba capaz para el puesto porque estaba subido de peso.
Hamish Griffin se mudó con su familia a más de 3.000 kilómetros para empezar un nuevo trabajo y una nueva vida. Foto: composición LR/Instagram/hamish.griffin
Según Dutton, decidió hacerlo porque Griffin nunca le comentó acerca de su condición médica de obesidad. Aunque el hombre asegura que antes de ser contratado tuvo una videollamada para la entrevista, y que además envió fotos de su familia, sin recibir ningún llamado por su aspecto físico.
A pesar de todo, Hamish realizó una denuncia por discriminación, pero la empresa aseguró que su contrato fue terminado con justa causa, ya que ocultó una condición médica, la cual llevó a un accidente laboral.
Finalmente, Hamish fue liquidado por una suma aproximada de 23 mil dólares australianos, equivalente a 15 mil dólares americanos. No obstante, él asegura que le destrozaron la vida, no solo porque era un nuevo trabajo, sino porque había decidido junto a su familia tener un nuevo comienzo.
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Su jefe le dijo que era obeso y que no podía realizar las tareas para las que había sido contratado. Foto: Pixabay
Aunque la sociedad luche a diario por tener una vida más sana y libre de prejuicios, la verdad es que la discriminación es un tema a resaltar en el mundo laboral. Y esto se puede reflejar en la historia de un hombre que no fue aceptado en su trabajo debido a su obesidad.
Hamish Griffin, de 51 años de edad, vivió con su esposa e hijo hasta finales del 2021, en Queensland, Australia. Sin embargo, este recibió la respuesta de un prometedor trabajo, en la isla de Tasmania, la cual está ubicada a más de 3.000 kilómetros de su hogar, por lo que decidieron vender todas sus pertenencias para comenzar la nueva vida que les esperaba.
A pesar de ello, y con su nuevo trabajo como supervisor de un alojamiento vacacional, se topó con la sorpresa de que su jefe, Paul Dutton, lo fue a visitar por primera vez y le pidió que le ayudara a mover un sillón, aprovechando el momento para decirle que no quería que trabajase más en su empresa, con la excusa de que no lo consideraba capaz para el puesto porque estaba subido de peso.
Hamish Griffin se mudó con su familia a más de 3.000 kilómetros para empezar un nuevo trabajo y una nueva vida. Foto: composición LR/Instagram/hamish.griffin
Según Dutton, decidió hacerlo porque Griffin nunca le comentó acerca de su condición médica de obesidad. Aunque el hombre asegura que antes de ser contratado tuvo una videollamada para la entrevista, y que además envió fotos de su familia, sin recibir ningún llamado por su aspecto físico.
A pesar de todo, Hamish realizó una denuncia por discriminación, pero la empresa aseguró que su contrato fue terminado con justa causa, ya que ocultó una condición médica, la cual llevó a un accidente laboral.
Finalmente, Hamish fue liquidado por una suma aproximada de 23 mil dólares australianos, equivalente a 15 mil dólares americanos. No obstante, él asegura que le destrozaron la vida, no solo porque era un nuevo trabajo, sino porque había decidido junto a su familia tener un nuevo comienzo.
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