Lleva la cabeza con varios tatuajes, los ojos bañados con tinta negra, colmillos, lengua bífida y orejas de elfo. “Me siento más a gusto conmigo misma; me veo más guapa que nunca”, declaró.
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Tara Estefanía, una residente española de 31 años, se ha sometido a múltiples transformaciones físicas para parecerse a un personaje humanoide de la película Avatar. Así lo dio a conocer en una reciente entrevista para un programa televisivo de su país.
Lleva la cabeza con varios tatuajes, los ojos bañados con tinta negra, colmillos, lengua bífida, orejas de elfo y está pensando en ponerse cola.
Cuando tenía 13 años comenzó a tatuarse a escondidas sin que sus padres lo supieran. Relata que no se sentía a gusto con ella misma hasta hace pocos años.
“Ahora me siento más a gusto conmigo misma; me veo más guapa que nunca”, declara a “En el punto de mira”. Tara calcula que en su conversión, que incluye algunas cirugías, ha invertido alrededor de 12.000 euros.
“Me falta (ponerme) la cola”, responde Tara, ante la pregunta de una periodista, quien le señala que “puede ser la próxima (miembro de) Avatar de este siglo”.
Aunque a esta joven española su transformación le ha traído grandes cambios positivos, también ha tenido que afrontar consecuencias negativas.
Manifiesta que a penas tiene relación con su familia desde hace seis años, solo con su padre. Además, las puertas del mundo laboral también se le han cerrado y su única salida ha sido hacer contenido para adultos en una conocida plataforma.
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Tara Estefanía, una residente española de 31 años, se ha sometido a múltiples transformaciones físicas para parecerse a un personaje humanoide de la película Avatar. Así lo dio a conocer en una reciente entrevista para un programa televisivo de su país.
Lleva la cabeza con varios tatuajes, los ojos bañados con tinta negra, colmillos, lengua bífida, orejas de elfo y está pensando en ponerse cola.
Cuando tenía 13 años comenzó a tatuarse a escondidas sin que sus padres lo supieran. Relata que no se sentía a gusto con ella misma hasta hace pocos años.
“Ahora me siento más a gusto conmigo misma; me veo más guapa que nunca”, declara a “En el punto de mira”. Tara calcula que en su conversión, que incluye algunas cirugías, ha invertido alrededor de 12.000 euros.
“Me falta (ponerme) la cola”, responde Tara, ante la pregunta de una periodista, quien le señala que “puede ser la próxima (miembro de) Avatar de este siglo”.
Aunque a esta joven española su transformación le ha traído grandes cambios positivos, también ha tenido que afrontar consecuencias negativas.
Manifiesta que a penas tiene relación con su familia desde hace seis años, solo con su padre. Además, las puertas del mundo laboral también se le han cerrado y su única salida ha sido hacer contenido para adultos en una conocida plataforma.
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