Cebu, Filipinas.- Al menos 20 personas murieron y 26 resultaron heridas cuando un autobús turístico, que transportaba en su mayor parte estudiantes y médicos iraníes, cayó el domingo por un barranco mientras recorría una carretera montañosa en las Filipinas, dijeron las autoridades.
El autobús al parecer sufrió una falla en los frenos antes de precipitarse por el barranco de unos 30 metros (100 pies) de profundidad en la localidad de Balamban, en la provincia de Cebú, en la zona central del país, dijo el superintendente policial Erson Digal.
En el accidente murieron entre otros el conductor filipino y varios niños, agregó el vocero militar regional, teniente coronel Wilson Feria, quien acudió al sitio del accidente.
Nueve de los 55 pasajeros seguían desaparecidos, pero el ejército estaba aún determinando cuántas personas iban a bordo, dijo Feria.
Los pobladores y los policías sacaron cadáveres de los escombros retorcidos del autobús desde el fondo rocoso de la barranca, mientras una máquina excavadora enviada por una compañía constructora de barcos intentaba levantar los restos del vehículo, dijo Feria.
Se adhirieron cables al autobús pero se temía que éste fuese demasiado pesado y existía el peligro de que se cayera también la excavadora.
El autobús tenía una placa que para algunos es de mala suerte: DWZ-666, el "Número de la bestia" según el Apocalipsis.
Muchas de las víctimas eran estudiantes de medicina en Cebu, un animado centro comercial y turístico a 560 kilómetros (350 millas) al sureste de Manila.
Las víctimas fueron identificadas por familiares o a través de sus documentos de identidad, dijo Digal.
Feria agregó que no estaba claro si los iraníes, que alquilaron el autobús, participaban en una misión médica o si realizaban una excursión a uno de varios centros turísticos en Cebú y sus alrededores.
El autobús al parecer sufrió una falla en los frenos antes de precipitarse por el barranco de unos 30 metros (100 pies) de profundidad en la localidad de Balamban, en la provincia de Cebú, en la zona central del país, dijo el superintendente policial Erson Digal.
En el accidente murieron entre otros el conductor filipino y varios niños, agregó el vocero militar regional, teniente coronel Wilson Feria, quien acudió al sitio del accidente.
Nueve de los 55 pasajeros seguían desaparecidos, pero el ejército estaba aún determinando cuántas personas iban a bordo, dijo Feria.
Los pobladores y los policías sacaron cadáveres de los escombros retorcidos del autobús desde el fondo rocoso de la barranca, mientras una máquina excavadora enviada por una compañía constructora de barcos intentaba levantar los restos del vehículo, dijo Feria.
Se adhirieron cables al autobús pero se temía que éste fuese demasiado pesado y existía el peligro de que se cayera también la excavadora.
El autobús tenía una placa que para algunos es de mala suerte: DWZ-666, el "Número de la bestia" según el Apocalipsis.
Muchas de las víctimas eran estudiantes de medicina en Cebu, un animado centro comercial y turístico a 560 kilómetros (350 millas) al sureste de Manila.
Las víctimas fueron identificadas por familiares o a través de sus documentos de identidad, dijo Digal.
Feria agregó que no estaba claro si los iraníes, que alquilaron el autobús, participaban en una misión médica o si realizaban una excursión a uno de varios centros turísticos en Cebú y sus alrededores.