La obra Tres figuras de la artista rusa Anna Leporskaya tuvo que ser enviada a restauración, aunque costará 3.000 dólares. El empleado fue despedido después de que se conociera que él era el responsable.
La empresa de seguridad en la que trabajaba el guardia señaló que responderá económicamente por la restauración de la obra. Foto: The Art Newspaper Russia
Un guardia se seguridad arruinó en diciembre pasado la pintura de la artista rusa Anna Leporskaya, denominada Tres Figuras, la cual está valuada en 75 millones de rublos (un millón de dólares) y estaba en el Centro Presidencial de B.N Yeltsin, en Ekaterimburgo (Rusia).
En diálogo con el periódico Daily Mail, el empleado afirmó simplemente que “estaba aburrido en su primer día de trabajo” y que por eso decidió pintar unos pequeños ojos en el retrato. Por fortuna, el trazo no fue muy profundo y se podrá restaurar por completo.
El 7 de diciembre del año pasado, dos visitantes de la exposición El mundo como la no-objetividad, el nacimiento de un nuevo arte notaron los trazos en la obra de Leporskaya que, evidentemente, no correspondían a la armonía de la pintura original, según recogió el medio ruso The Art Newspaper Russia.
La pintura fue llevada a inspección, en donde se confirmó que no habría sufrido daños graves y que podría repararse sin que el daño se notara en la pintura. No obstante, la reparación se calculó en 250.000 rublos (3.000 dólares).
En un comienzo, las autoridades rusas se rehusaron a comenzar una investigación por el caso.
“El daño causado se estima en unos 200.000 rublos, lo cual es insignificante. En este caso, no hay indicios de delito según el art. 167 del Código Penal de la Federación Rusa, ya que la imagen no ha perdido sus propiedades”, fue lo estipulado en una resolución emitida por el departamento del Ministerio del Interior de la Federación Rusa de la ciudad.
Tras las declaraciones de la Federación Rusa, el Ministerio de Cultura envió una denuncia a la Oficina del Fiscal General de Rusia con el objetivo de que se iniciara una investigación por el deterioro de la obra de arte.
En las cámaras de seguridad no se pudo apreciar el rostro del autor, por lo que no se pudo dar conclusión al caso en ese momento. Al ver la gravedad de la situación, el guardia de seguridad que había realizado el dibujo confesó ser el responsable del daño.
La identidad del trabajador no ha sido revelada por motivos de seguridad. Las autoridades indicaron que había sido despedido inmediatamente después de que se conociera que él era el autor.
La policía rusa aseguró que abrirá una investigación por vandalismo, delito que deberá ser remunerado con 74 millones de rublos (987.900 dólares) y un año de trabajo correccional.
Por su parte, la empresa de seguridad en la que trabajaba el guardia señaló que responderá económicamente por la restauración de la obra, precisó Daily Mail.
Actos similares
La célebre galería moscovita ha sufrido incidentes parecidos en los últimos años en su propio museo. En mayo de 2018, un visitante en estado de ebriedad rajó con un poste de seguridad la pintura Iván el Terrible mata a su hijo (1885), del pintor realista ruso Iliá Repin, informó El País.
Esta obra ya había sido apuñalada varias veces por otro visitante un siglo antes. Y menos de un año después, en enero de 2019, un delincuente vestido de empleado se hizo a plena luz del día con el lienzo Ai-Petri (1898-1908), del paisajista Arjip Kuindzhi, aunque las autoridades pudieron hallar el lienzo y arrestar al ladrón.
Asimismo, aquellos meses fueron nefastos para las galerías de la nación eslava: en noviembre de 2018, dos mujeres dañaron un grabado de Salvador Dalí y el marco de un aguafuerte de Francisco de Goya mientras se hacían fotos en otra exposición en Ekaterimburgo.
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La empresa de seguridad en la que trabajaba el guardia señaló que responderá económicamente por la restauración de la obra. Foto: The Art Newspaper Russia
Un guardia se seguridad arruinó en diciembre pasado la pintura de la artista rusa Anna Leporskaya, denominada Tres Figuras, la cual está valuada en 75 millones de rublos (un millón de dólares) y estaba en el Centro Presidencial de B.N Yeltsin, en Ekaterimburgo (Rusia).
En diálogo con el periódico Daily Mail, el empleado afirmó simplemente que “estaba aburrido en su primer día de trabajo” y que por eso decidió pintar unos pequeños ojos en el retrato. Por fortuna, el trazo no fue muy profundo y se podrá restaurar por completo.
El 7 de diciembre del año pasado, dos visitantes de la exposición El mundo como la no-objetividad, el nacimiento de un nuevo arte notaron los trazos en la obra de Leporskaya que, evidentemente, no correspondían a la armonía de la pintura original, según recogió el medio ruso The Art Newspaper Russia.
La pintura fue llevada a inspección, en donde se confirmó que no habría sufrido daños graves y que podría repararse sin que el daño se notara en la pintura. No obstante, la reparación se calculó en 250.000 rublos (3.000 dólares).
En un comienzo, las autoridades rusas se rehusaron a comenzar una investigación por el caso.
“El daño causado se estima en unos 200.000 rublos, lo cual es insignificante. En este caso, no hay indicios de delito según el art. 167 del Código Penal de la Federación Rusa, ya que la imagen no ha perdido sus propiedades”, fue lo estipulado en una resolución emitida por el departamento del Ministerio del Interior de la Federación Rusa de la ciudad.
Tras las declaraciones de la Federación Rusa, el Ministerio de Cultura envió una denuncia a la Oficina del Fiscal General de Rusia con el objetivo de que se iniciara una investigación por el deterioro de la obra de arte.
En las cámaras de seguridad no se pudo apreciar el rostro del autor, por lo que no se pudo dar conclusión al caso en ese momento. Al ver la gravedad de la situación, el guardia de seguridad que había realizado el dibujo confesó ser el responsable del daño.
La identidad del trabajador no ha sido revelada por motivos de seguridad. Las autoridades indicaron que había sido despedido inmediatamente después de que se conociera que él era el autor.
La policía rusa aseguró que abrirá una investigación por vandalismo, delito que deberá ser remunerado con 74 millones de rublos (987.900 dólares) y un año de trabajo correccional.
Por su parte, la empresa de seguridad en la que trabajaba el guardia señaló que responderá económicamente por la restauración de la obra, precisó Daily Mail.
Actos similares
La célebre galería moscovita ha sufrido incidentes parecidos en los últimos años en su propio museo. En mayo de 2018, un visitante en estado de ebriedad rajó con un poste de seguridad la pintura Iván el Terrible mata a su hijo (1885), del pintor realista ruso Iliá Repin, informó El País.
Esta obra ya había sido apuñalada varias veces por otro visitante un siglo antes. Y menos de un año después, en enero de 2019, un delincuente vestido de empleado se hizo a plena luz del día con el lienzo Ai-Petri (1898-1908), del paisajista Arjip Kuindzhi, aunque las autoridades pudieron hallar el lienzo y arrestar al ladrón.
Asimismo, aquellos meses fueron nefastos para las galerías de la nación eslava: en noviembre de 2018, dos mujeres dañaron un grabado de Salvador Dalí y el marco de un aguafuerte de Francisco de Goya mientras se hacían fotos en otra exposición en Ekaterimburgo.
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