Se conocieron en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en Estados Unidos. Cinco años después, mantienen terapia de pareja y sexual con sesiones semanales.
Son poco tradicionales y su historia ha causado furor en redes sociales desde que concedieron una entrevista para exponer su caso, que contrasta con cualquier estereotipo clásico de la sociedad. Él es homosexual y ella heterosexual, pero aun así están felizmente casados.
Brynn Embley, de 35 años, vive en Míchigan (Estados Unidos) con su esposo Matthew Neilson, de 33, con quien tiene dos hijas. Pese a la diferencia en la orientación sexual, la mujer contó el mes pasado al diario The Sun que parte del secreto es “tener un sexo genial”.
Se conocieron en 2016 en un evento de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, una congregación que curiosamente no aprueba las relaciones entre personas del mismo sexo.
Neilson le confesó su homosexualidad en las primeras citas, pero eso no evitó que se hicieran buenos amigos y, posteriormente, una pareja estable.
“Ya sabía que no teníamos una fuerte atracción química como la que había experimentado con otros novios, pero realmente no me importaba. Sé que él piensa que soy atractiva, y sé que se siente atraído por mí, y su orientación sexual no niega esas cosas”, dijo Embley.
Ambos no dudan en resaltar su conexión sexual. “Resulta que lo del sexo funciona muy bien, ¡así que todo salió bien!”, destacó Neilson, investigador posdoctoral en psicología.
Tenía una fuerte motivación para esforzarme mucho para que funcionara con una mujer; no quería estar solo y célibe por el resto de mi vida”, admitió.
Neilson lo consideró un “alivio” e insistió en que disfruta tener coito con su esposa. “Escuché a hombres homosexuales decir que ni siquiera pueden imaginarse intentando tener relaciones sexuales con una mujer, y yo nunca me había sentido así”.
No obstante, mantienen terapia de pareja y sexual con sesiones semanales. “Trato de recordar que si ambos nos sentimos satisfechos sexualmente, eso es todo lo que importa”, subrayó Embley.
Parte de su secreto también es la sinceridad. “Compartimos si necesitamos más, si hay algo que el otro pueda hacer para ayudar a que eso sea una mejor parte de nuestro matrimonio, y así sucesivamente”, agregó Embley.
“Estamos muy felices en esta relación peculiar, única y sublime”, sostuvo.
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Son poco tradicionales y su historia ha causado furor en redes sociales desde que concedieron una entrevista para exponer su caso, que contrasta con cualquier estereotipo clásico de la sociedad. Él es homosexual y ella heterosexual, pero aun así están felizmente casados.
Brynn Embley, de 35 años, vive en Míchigan (Estados Unidos) con su esposo Matthew Neilson, de 33, con quien tiene dos hijas. Pese a la diferencia en la orientación sexual, la mujer contó el mes pasado al diario The Sun que parte del secreto es “tener un sexo genial”.
Se conocieron en 2016 en un evento de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, una congregación que curiosamente no aprueba las relaciones entre personas del mismo sexo.
Neilson le confesó su homosexualidad en las primeras citas, pero eso no evitó que se hicieran buenos amigos y, posteriormente, una pareja estable.
“Ya sabía que no teníamos una fuerte atracción química como la que había experimentado con otros novios, pero realmente no me importaba. Sé que él piensa que soy atractiva, y sé que se siente atraído por mí, y su orientación sexual no niega esas cosas”, dijo Embley.
Ambos no dudan en resaltar su conexión sexual. “Resulta que lo del sexo funciona muy bien, ¡así que todo salió bien!”, destacó Neilson, investigador posdoctoral en psicología.
Tenía una fuerte motivación para esforzarme mucho para que funcionara con una mujer; no quería estar solo y célibe por el resto de mi vida”, admitió.
Neilson lo consideró un “alivio” e insistió en que disfruta tener coito con su esposa. “Escuché a hombres homosexuales decir que ni siquiera pueden imaginarse intentando tener relaciones sexuales con una mujer, y yo nunca me había sentido así”.
No obstante, mantienen terapia de pareja y sexual con sesiones semanales. “Trato de recordar que si ambos nos sentimos satisfechos sexualmente, eso es todo lo que importa”, subrayó Embley.
Parte de su secreto también es la sinceridad. “Compartimos si necesitamos más, si hay algo que el otro pueda hacer para ayudar a que eso sea una mejor parte de nuestro matrimonio, y así sucesivamente”, agregó Embley.
“Estamos muy felices en esta relación peculiar, única y sublime”, sostuvo.
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