Israel sigue cerrado a los extranjeros no residentes, excepto por motivos profesionales o familiares imperiosos. Foto: AFP
Los casos de coronavirus se desatan en Israel. El Gobierno volvió a obligar uso de mascarilla y planea poner en cuarentena a vacunados debido a la variante Delta. El país que había vuelto a la normalidad registra nuevo drama.
Israel, el país más vacunado del planeta contra la COVID-19, se vuelve a enfrentar a una ola del virus ante el alza del número de enfermos, causada por la llegada de la variante Delta.
El país que había vuelto a la normalidad, con conciertos al aire libre, y que hizo noticia a nivel global por anular el uso de mascarilla, registra un nuevo drama ante el recrudecimiento de la pandemia, según confirmó el primer ministro Naftali Bennett.
El último lunes 21 de junio, las autoridades sanitarias detectaron 125 nuevos casos de COVID-19, un alza apreciable tras semanas en las que las infecciones diarias eran apenas un puñado. Actualmente, según The Times of Israel, son 554 casos activos, que incluyen 64 menores y 14 personas provenientes del extranjero.
Nachman Ash, director nacional del Proyecto Coronavirus, ha afirmado que presentará acciones para frenar este rebrote preocupante, incluido un posible retorno de la obligación de la mascarilla en interiores en todo el territorio.
La ciudad de Binyamina, identificada como un punto focal del reciente resurgimiento del virus, fue clasificada como una ubicación “naranja”, lo que significa una tasa de infección moderada, mientras que la ciudad central de Modiin cambió de “verde” a “amarillo”, más grave bajo el sistema de semáforos del Ministerio de Salud.
“Debemos hacer todo lo posible para evitar una nueva epidemia”, insistió en Twitter el alcalde de Modiin, Haim Bibas. Por su parte, el profesor Eyal Leshem, director del Centro de Medicina del Viaje y Enfermedades Tropicales del Centro Médico Sheba, en Tel Hashomer, señaló que estos últimos brotes “nos dicen que así será el futuro”.
La jefa de Sanidad Pública del Ministerio de Salud, Sharon Alroy-Preis, ha declarado, en tanto, que la variante Delta “entró en Israel porque la gente incumplió las instrucciones de cuarentena”, mientras que otros funcionarios del Gobierno también culparon a los infractores de las normas sanitarias por el actual aumento de casos.
En esta jornada, el Gobierno israelí decidió postergar hasta el primero de agosto la entrada de turistas al país, que estaba prevista para el primero de julio y que fue demorada a causa de un aumento en los contagios. La decisión prevé únicamente el ingreso de turistas vacunados, de acuerdo a la Oficina del primer ministro, Naftali Benet.
Israel también autorizó a los funcionarios de salud a poner en cuarentena a cualquier persona que se considere expuesta a la variante Delta, incluso si se vacunó previamente o se recuperó de la enfermedad con presunta inmunidad.
Según las directivas actualizadas del Ministerio de Salud, se puede ordenar a las personas vacunadas o previamente infectadas que se auto aíslen hasta por 14 días, si las autoridades creen que pueden haber estado en “contacto cercano con un portador de una variante peligrosa del virus”.
Con información de EFE y AFP.
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