Connings integraba una lista de los servicios de seguridad de 30 militares de ultraderecha considerados potenciales amenazas terroristas. Foto: difusión policial
El militar ultraderechista Jürgen Connings había desaparecido armado hace un mes, tras lanzar amenazar a virólogos y otras figuras públicas.
Este domingo 20 de junio, la Fiscalía Federal de Bélgica localizó el cuerpo de Jürgen Connings, el militar ultraderechista que había amenazado a virólogos y otras figuras públicas del país, y llevaba un mes desaparecido.
El cadáver fue hallado en una zona boscosa al norte del país y, según las autoridades belgas, “los primeros elementos de la investigación” apuntan a que pertenece a Connings, apodado el ‘Rambo Antivacunas’.
“El descubrimiento del cuerpo sin vida pone fin a cinco semanas de inseguridad y de amenaza”, recoge el comunicado conjunto de la ministra Ludivine Dedonder y de Michel Hofman.
Las primeras conclusiones apuntan a que se trataría de una muerte por suicidio, lo que tendrá que ser confirmado por un experto forense. Las autoridades no prevén aportar más datos oficiales por el momento.
Según el medio regional flamenco Het Belang van Limburg, fue el alcalde de un municipio vecino, Johan Tollenaere, quien notó un olor fuerte mientras andaba en bicicleta de montaña en el bosque de Dilserbos y alertó a la Policía con sus coordenadas.
Las fuerzas de seguridad belgas buscaban desde el 17 de mayo a Connings, un militar de 46 años fuertemente armado que se encontraba ya en una lista de los servicios de seguridad de 30 militares de ultraderecha considerados potenciales amenazas terroristas.
El pasado 17 de mayo, Jürgen Connings salió del cuartel en el que trabajaba, armado con un lanzacohetes, un subfusil, una pistola y un chaleco antibalas, y no regresó a su casa, lo que activó las alarmas y desencadenó la búsqueda.
Al día siguiente se localizó su coche, sin placas de matrícula y con varias armas pesadas en su interior, en las inmediaciones del parque natural Hoge Kempen, donde se centraron las investigaciones iniciales, seguidas de registros en el entorno del militar, a quien las autoridades consideran una amenaza grave para la seguridad a la luz de las pruebas recabadas.
Jürgen Connings había amenazado a diversas personalidades políticas y, más notablemente, al virólogo Marc Van Ranst, que se hizo conocido en Bélgica por su perfil público durante la gestión de la pandemia de coronavirus y tuvo que ser puesto bajo vigilancia con su familia tras la desaparición del militar.
Conings tenía acceso a armas y municiones en su cuartel. El caso sacudió a los organismos de Defensa en Bélgica por la falta de seguimiento de personas radicalizadas dentro del Ejército.
Con información de EFE, AFP y Euro News.
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