“Lo importante es comprar leche para Reihan y darle de comer sus comidas diarias”, contó Mumun, abuela del menor. Foto: difusión
La mujer de 60 años decidió hacerse cargo de su pequeño nieto después de que su hija dejara a su bebé en total abandono tras divorciarse de su pareja.
La historia de amor de una abuela y su nieto conmovió al mundo. En Malasia, una mujer de la tercera edad regresó a trabajar en las calles para poder alimentar a su pequeño nieto de dos años que fue abandonado por sus padres.
Se trata de Mumun, de 60 años, quien decidió convertirse en una madre para su nieto, luego de que su hija y su pareja se divorciaran y dejaran al menor en total abandono, informaron medios locales.
La mujer sexagenaria contó que junto a su nieto viven en la calle, donde trabaja todos los días como una estatua. Ella se maquilla con una pintura plateada para intentar conseguir dinero y comprar alimentos de primera necesidad.
Cada vez que alguien deja una moneda en el recipiente que Mumun deja en el piso, ella se mueve y empieza a cantar alegremente hasta regresar a su posición original. Esta dinámica se repite durante toda la jornada.
Gracias a su esfuerzo, la abuela consigue diariamente de 3 a 6 dólares, efectivo que le sirve para poder alimentarse. No obstante, algunas veces no alcanza y Mumun tiene que sacrificar su alimentación para poder darle comida a su nieto.
“Lo importante es comprar leche para Reihan y darle de comer sus comidas diarias”, declaró Mumun. Ya lleva cuatro meses en esta delicada situación por lo que su salud se ha visto considerablemente perjudicada.
La adulta mayor perdió su trabajo de limpieza debido a la pandemia del coronavirus, pero jamás dejó de laborar pese a su avanzada edad.
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