Sheila Marsh, una mujer de 77 años, ha querido despedirse de su caballo Brownen unas horas antes de morir. Pidió a sus médicos que la sacaron de los hospital unos minutos para charlar por última vez de su mejor amigo. ¡Una historia muy emotiva!
Los animales se convierten en numerosas ocasiones en los mejores confidentes de muchas personas, especialmente cuando están enfermas. Aguantan lloros, lamentos y situaciones complicadas. Siempre están cuando se les necesita. Aunque para muchos pueda sonar a tontería para otros es fundamental tenerlos a su lado durante el día a día.
Un ejemplo que explica a la perfección la historia de Sheila Marsh y Bronwen. Esta ciudadana británica se encuentra a punto de morir y antes de que se produzca tal situación, pidió a los médicos que le dejaran despedirse de su caballo.
Los miembros del hospital Royal Wigan Infirmary (Reino Unido) le concedieron a este jubilada su último deseo: la bajaron al parking del centro hospitalario y compartió los últimos minutos de confesiones y llantos junto con Bronwen, al cual cuidaba desde hace casi cuatro años.
"Fue un momento muy emotivo. Estaba llorando mucho y las enfermeras también. Ella amaba a sus caballos y adoraba a todos los animales. Tenía caballos, perros, gatos y animales", apuntaba su hija en declaraciones al 'Mirror'.
La situación era irreversible, por lo cual los médicos decidieron y permitieron que Marsh tuviera ese último capricho. Así lo explicaba el propio director del centro, Andrew Foster, a los medios de comunicación que estaban presentes a la salida del hospital. "Era cuestión de horas que nos dejara (...) No podíamos hacer nada", concluía.
Un bonito detalle que Andrew Foster quiso compartir con todos en Twitter y en el que posaba Sheila Marsh junto a su caballo y el resto del equipo médico que la ha atendido durante sus últimos días de vida.
Fuente: Que.es
EA
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Los animales se convierten en numerosas ocasiones en los mejores confidentes de muchas personas, especialmente cuando están enfermas. Aguantan lloros, lamentos y situaciones complicadas. Siempre están cuando se les necesita. Aunque para muchos pueda sonar a tontería para otros es fundamental tenerlos a su lado durante el día a día.
Un ejemplo que explica a la perfección la historia de Sheila Marsh y Bronwen. Esta ciudadana británica se encuentra a punto de morir y antes de que se produzca tal situación, pidió a los médicos que le dejaran despedirse de su caballo.
Los miembros del hospital Royal Wigan Infirmary (Reino Unido) le concedieron a este jubilada su último deseo: la bajaron al parking del centro hospitalario y compartió los últimos minutos de confesiones y llantos junto con Bronwen, al cual cuidaba desde hace casi cuatro años.
"Fue un momento muy emotivo. Estaba llorando mucho y las enfermeras también. Ella amaba a sus caballos y adoraba a todos los animales. Tenía caballos, perros, gatos y animales", apuntaba su hija en declaraciones al 'Mirror'.
La situación era irreversible, por lo cual los médicos decidieron y permitieron que Marsh tuviera ese último capricho. Así lo explicaba el propio director del centro, Andrew Foster, a los medios de comunicación que estaban presentes a la salida del hospital. "Era cuestión de horas que nos dejara (...) No podíamos hacer nada", concluía.
Un bonito detalle que Andrew Foster quiso compartir con todos en Twitter y en el que posaba Sheila Marsh junto a su caballo y el resto del equipo médico que la ha atendido durante sus últimos días de vida.
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