El paro estructural resucita el debate sobre reducir la jornada laboral para crear empleo
La propuesta del multimillonario Carlos Slim de trabajar tres días a la semana para aplacar el desempleo se une a la de Alfonso Guerra, que planteaba una jornada de 32 horas semanales. Izquierda Unida o Podemos la fijarían en 35 horas
Trabajar menos para trabajar todos. Una histórica reivindicación del movimiento obrero enfocada a reducir el desempleo, mejorar la calidad de vida de los trabajadores y solucionar las desigualdades laborales de género, ha vuelto a ponerse de actualidad al ser, a grandes rasgos, la propuesta del hombre más rico del mundo.
El multimillonario empresario mexicano Carlos Slim, volvió a desempolvar en Paraguay la propuesta que ya había planteado en otros foros internacionales: trabajar tres días a la semana durante once horas diarias. En opinión del magnate de las telecomunicaciones, esta modalidad permitiría reducir el paro gracias al aumento del tiempo de ocio, es decir, fomentando el consumo.
En España, su propuesta equivaldría a reducir en siete horas la semana laboral, de las 40 actuales a 33, algo que permitiría "tener libres otros cuatro días y dedicarlos a la familia, a innovar, cultivarse o a crear. Más tiempo para el esparcimiento, para mejorar la calidad de vida", aseguró el millonario en el foro organizado por el Círculo de Montevideo, al que también acudía un viejo amigo suyo: el expresidente español Felipe González.
Precisamente la tesis de Slim es parecida a la que hace poco más de un año propuso otro íntimo de González. El histórico diputado del PSOE, Alfonso Guerra, planteó en 2013 eliminar un día de la semana laboral, es decir, trabajar 32 horas semanales para "obligar a los empresarios a crear empleo". Aunque Slim no entró en detalles cuando expuso su idea, Guerra proponía imitar el modelo alemán por el que el Estado corre con los gastos de la equivalente reducción salarial que implicaría la medida. Lo razonaba asegurando que ese gasto se compensaría con lo que ahorraría el Estado en prestaciones por desempleo.
El paro estructural derivado de la crisis económica, ha obligado a todos los países a enfrentar el debate para combatir el desempleo, y la posibilidad de repartir el tiempo de trabajo ha sido y sigue siendo una de las opciones más recurrentes. Sin embargo, esta idea lleva planeando por foros económicos y parlamentos desde hace décadas, haciéndose más notoria en cada una de las crisis cíclicas que han acompañado a la economía del mundo capitalista.
Llevado a programas electorales
En la actualidad, algunos partidos políticos han incluido una reducción de la jornada en su programa electoral. Es el caso de Izquierda Unida, que en las dos últimas elecciones proponía una reducción por Ley de la jornada laboral a 35 horas semanales, aunque a diferencia de la propuesta de Guerra, sin que ésta implicara una reducción de los sueldos. La misma idea fue recogida por Podemos en su programa para las elecciones europeas, con el objetivo de "redistribuir equitativamente el trabajo y la riqueza, y favoreciendo la conciliación familiar".
Esta medida, ampliándola progresivamente hasta la semana laboral de 32 horas, ya fue el caballo de batalla de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) durante la sangría de parados que provocó la crisis del 93 en Europa. Ahora, apenas una década después y con el desempleo aún más arraigado, son algunos empresarios los que se lanzan a esta modalidad.
Leer mas en:http://www.publico.es/539051/el-paro-estructural-resucita-el-debate-sobre-reducir-la-jornada-laboral-para-crear-empleo
La propuesta del multimillonario Carlos Slim de trabajar tres días a la semana para aplacar el desempleo se une a la de Alfonso Guerra, que planteaba una jornada de 32 horas semanales. Izquierda Unida o Podemos la fijarían en 35 horas
Trabajar menos para trabajar todos. Una histórica reivindicación del movimiento obrero enfocada a reducir el desempleo, mejorar la calidad de vida de los trabajadores y solucionar las desigualdades laborales de género, ha vuelto a ponerse de actualidad al ser, a grandes rasgos, la propuesta del hombre más rico del mundo.
El multimillonario empresario mexicano Carlos Slim, volvió a desempolvar en Paraguay la propuesta que ya había planteado en otros foros internacionales: trabajar tres días a la semana durante once horas diarias. En opinión del magnate de las telecomunicaciones, esta modalidad permitiría reducir el paro gracias al aumento del tiempo de ocio, es decir, fomentando el consumo.
En España, su propuesta equivaldría a reducir en siete horas la semana laboral, de las 40 actuales a 33, algo que permitiría "tener libres otros cuatro días y dedicarlos a la familia, a innovar, cultivarse o a crear. Más tiempo para el esparcimiento, para mejorar la calidad de vida", aseguró el millonario en el foro organizado por el Círculo de Montevideo, al que también acudía un viejo amigo suyo: el expresidente español Felipe González.
Precisamente la tesis de Slim es parecida a la que hace poco más de un año propuso otro íntimo de González. El histórico diputado del PSOE, Alfonso Guerra, planteó en 2013 eliminar un día de la semana laboral, es decir, trabajar 32 horas semanales para "obligar a los empresarios a crear empleo". Aunque Slim no entró en detalles cuando expuso su idea, Guerra proponía imitar el modelo alemán por el que el Estado corre con los gastos de la equivalente reducción salarial que implicaría la medida. Lo razonaba asegurando que ese gasto se compensaría con lo que ahorraría el Estado en prestaciones por desempleo.
El paro estructural derivado de la crisis económica, ha obligado a todos los países a enfrentar el debate para combatir el desempleo, y la posibilidad de repartir el tiempo de trabajo ha sido y sigue siendo una de las opciones más recurrentes. Sin embargo, esta idea lleva planeando por foros económicos y parlamentos desde hace décadas, haciéndose más notoria en cada una de las crisis cíclicas que han acompañado a la economía del mundo capitalista.
Llevado a programas electorales
En la actualidad, algunos partidos políticos han incluido una reducción de la jornada en su programa electoral. Es el caso de Izquierda Unida, que en las dos últimas elecciones proponía una reducción por Ley de la jornada laboral a 35 horas semanales, aunque a diferencia de la propuesta de Guerra, sin que ésta implicara una reducción de los sueldos. La misma idea fue recogida por Podemos en su programa para las elecciones europeas, con el objetivo de "redistribuir equitativamente el trabajo y la riqueza, y favoreciendo la conciliación familiar".
Esta medida, ampliándola progresivamente hasta la semana laboral de 32 horas, ya fue el caballo de batalla de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) durante la sangría de parados que provocó la crisis del 93 en Europa. Ahora, apenas una década después y con el desempleo aún más arraigado, son algunos empresarios los que se lanzan a esta modalidad.
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