por jimo 17th Junio 2022, 22:18La mayor preocupación de los padres es asegurar el futuro de sus hijos. Toda la familia, amigos y la comunidad de Perth, en Australia, se unió para ayudar a la pareja que fue diagnosticada con cáncer.
Una pareja que reside en la ciudad de Perth, en Australia, atraviesa una pesadilla, puesto que se enfrenta a la dura pespectiva de dejar a sus hijos huérfanos después de que les diagnosticaran a ambos un cáncer terminal.
Se trata del británico Adam Graveley, de 38 años, y su esposa australiana Caitlin (39), quienes fueron diagnosticados con cáncer con apenas tres meses de diferencia entre sus respectivos dictámenes médicos. Desde ese momento, su mayor preocupación es asegurar un futuro para sus pequeños hijos Thea y Fearn.
Desde que contrajeron matrimonio, la pareja tenía una vida feliz y saludable, hasta que la mujer se enteró que tenía un cáncer de intestino en etapa cuatro, tras dar a luz a su segundo hijo en octubre del 2020, según recogió el portal ABC.
Entonces surgió una situación contradictoria, por una parte, estaban felices por la llegada del nuevo integrante de la familia y por el otro la noticia del cáncer terminal de Caitlin les quitó los planes que tenían juntos.
En un comienzo, Caitlin pensaba que los dolores se debían a su reciente parto. No obstante, tras hacerse una colonoscopia, confirmaron que se trataba de una enfermedad en estado terminal, ya que el cáncer de intestino se había extendido al hígado.
Por si no fuera demasiado, tan solo tres meses después, en febrero de ese año, el hombre también fue diagnosticado con un cáncer terminal de páncreas. Una valoración totalmente casual, porque Adam fue al doctor al creer que padecía de una úlcera en el estómago, causada por el estrés de la enfermedad de su esposa.
En la actualidad, a Caitlin le extirparon el tumor y se encuentra recibiendo quimioterapia para tratar de eliminar la metástasis en su hígado. Mientras que Adam empezó un tratamiento experimental extremadamente agresivo.
La familia busca utilizar su historia para crear conciencia sobre los cánceres agresivos que inician en los menores de 40 años y, con ella, instan a las personas a asistir a las pruebas de detección cuanto antes.
Todos los parientes esperan que el tratamiento funcione. “Esperamos y oramos todos los días para que el tratamiento que reciben funcione y que tengan años en lugar de meses”, expresó la hermana de Adam, Emma Reynolds.
Sin embargo, lo más preocupante para la pareja es el miedo a que sus hijos pequeños Thea, de tres años, y Fearn, de un año y cuatro meses, se queden desamparados.
Toda su familia, amigos y la localidad de Perth se juntó para ayudar a la pareja. “La gente hace paquetes de comida, cocina cosas, tuvieron gente que paga por la limpieza, gente que se ofrece a ayudar con los niños”, contó Emma.
Además, crearon una página web, en la que ya recibieron 50.000 dólares para ayudar a pagar su tratamiento y para que la mamá de Adam, que vive en Inglaterra (Reino Unido), pueda viajar a visitarlo y acompañarlo en su batalla contra el cáncer.
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Una pareja que reside en la ciudad de Perth, en Australia, atraviesa una pesadilla, puesto que se enfrenta a la dura pespectiva de dejar a sus hijos huérfanos después de que les diagnosticaran a ambos un cáncer terminal.
Se trata del británico Adam Graveley, de 38 años, y su esposa australiana Caitlin (39), quienes fueron diagnosticados con cáncer con apenas tres meses de diferencia entre sus respectivos dictámenes médicos. Desde ese momento, su mayor preocupación es asegurar un futuro para sus pequeños hijos Thea y Fearn.
Desde que contrajeron matrimonio, la pareja tenía una vida feliz y saludable, hasta que la mujer se enteró que tenía un cáncer de intestino en etapa cuatro, tras dar a luz a su segundo hijo en octubre del 2020, según recogió el portal ABC.
Entonces surgió una situación contradictoria, por una parte, estaban felices por la llegada del nuevo integrante de la familia y por el otro la noticia del cáncer terminal de Caitlin les quitó los planes que tenían juntos.
En un comienzo, Caitlin pensaba que los dolores se debían a su reciente parto. No obstante, tras hacerse una colonoscopia, confirmaron que se trataba de una enfermedad en estado terminal, ya que el cáncer de intestino se había extendido al hígado.
Por si no fuera demasiado, tan solo tres meses después, en febrero de ese año, el hombre también fue diagnosticado con un cáncer terminal de páncreas. Una valoración totalmente casual, porque Adam fue al doctor al creer que padecía de una úlcera en el estómago, causada por el estrés de la enfermedad de su esposa.
En la actualidad, a Caitlin le extirparon el tumor y se encuentra recibiendo quimioterapia para tratar de eliminar la metástasis en su hígado. Mientras que Adam empezó un tratamiento experimental extremadamente agresivo.
La familia busca utilizar su historia para crear conciencia sobre los cánceres agresivos que inician en los menores de 40 años y, con ella, instan a las personas a asistir a las pruebas de detección cuanto antes.
Todos los parientes esperan que el tratamiento funcione. “Esperamos y oramos todos los días para que el tratamiento que reciben funcione y que tengan años en lugar de meses”, expresó la hermana de Adam, Emma Reynolds.
Sin embargo, lo más preocupante para la pareja es el miedo a que sus hijos pequeños Thea, de tres años, y Fearn, de un año y cuatro meses, se queden desamparados.
Toda su familia, amigos y la localidad de Perth se juntó para ayudar a la pareja. “La gente hace paquetes de comida, cocina cosas, tuvieron gente que paga por la limpieza, gente que se ofrece a ayudar con los niños”, contó Emma.
Además, crearon una página web, en la que ya recibieron 50.000 dólares para ayudar a pagar su tratamiento y para que la mamá de Adam, que vive en Inglaterra (Reino Unido), pueda viajar a visitarlo y acompañarlo en su batalla contra el cáncer.
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