Castelldefels, España - Doce personas, en su mayoría jóvenes y algunos de ellos latinoamericanos, murieron ayer al ser arrolladas por un tren en la estación de Castelldefels (noreste español), el accidente ferroviario más grave ocurrido en España desde 2003 y que ha conmocionado al país.
Además, catorce personas resultaron heridas en el siniestro, de las que diez siguen ingresadas, tres de ellas en estado crítico.
Según las primeras investigaciones, las víctimas fueron arrolladas cuando descendían de un tren de cercanías para acudir a la playa a celebrar la verbena de la Noche de San Juan.
El grupo cruzaba la vía férrea por un lugar indebido sin percatarse de la llegada de un tren de alta velocidad que no tenía parada en la estación y que se desplazaba a una velocidad de unos 140 kilómetros/hora.
El presidente de la Generalitat de Cataluña (Gobierno regional), José Montilla, atribuyó la tragedia a un “gesto de imprudencia” de las víctimas, al atravesar directamente las vías para dirigirse a la playa en lugar de hacerlo por un paso subterráneo de la estación.
La investigación judicial sobre el accidente deberá determinar si el paso subterráneo fue suficiente para absorber a la gran cantidad de viajeros que descendieron en la estación, al parecer unos 700, y si el cierre de la pasarela superior existente, de titularidad municipal, fue uno de los motivos por los que los fallecidos optaran por atravesar las vías.
Marcelo Carmona, un boliviano testigo del trágico accidente, aseguró a Efe que el paso subterráneo de la estación de Castelldefels estaba en ese momento “abarrotado” y que, pocos segundos antes del siniestro, hubo una “oleada de gente que se lanzó a las vías” para ir a la playa a celebrar la verbena.
“Se escuchó el claxon del tren varias veces y en tres segundos... se llenó todo de cadáveres, hubo muchos gritos y mucha angustia”, resaltó.
La identificación de las doce víctimas mortales se está realizando en el Instituto de Medicina Legal de Barcelona, donde empezado a llegar personas con la sospecha de que pueden tener familiares o amigos entre los fallecidos.
Estos trabajos se han prolongado hasta hoy debido al mal estado en que han quedado muchos de los cuerpos y restos humanos tras el impacto.
Las autoridades no dieron de inmediato ninguna identidad de las víctimas, a la espera de comunicárselo primero a las familias, aunque todo apunta a que entre los fallecidos puede haber diversas personas de origen latinoamericano residentes en el área metropolitana de Barcelona.
De hecho, muchas de las personas que se han acercado al centro cívico de Castelldefels habilitado para atender a familiares de las víctimas o que han acudido a la Ciudad de la Justicia son de origen latinoamericano.
Además, la Embajada de Colombia en España informó de la “desaparición” de dos de sus ciudadanos tras el accidente. Con motivo de esta tragedia, el Rey Juan Carlos canceló la recepción oficial que iba a ofrecer ayer con motivo de su onomástico.
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero expresó su solidaridad por la tragedia.
Además, catorce personas resultaron heridas en el siniestro, de las que diez siguen ingresadas, tres de ellas en estado crítico.
Según las primeras investigaciones, las víctimas fueron arrolladas cuando descendían de un tren de cercanías para acudir a la playa a celebrar la verbena de la Noche de San Juan.
El grupo cruzaba la vía férrea por un lugar indebido sin percatarse de la llegada de un tren de alta velocidad que no tenía parada en la estación y que se desplazaba a una velocidad de unos 140 kilómetros/hora.
El presidente de la Generalitat de Cataluña (Gobierno regional), José Montilla, atribuyó la tragedia a un “gesto de imprudencia” de las víctimas, al atravesar directamente las vías para dirigirse a la playa en lugar de hacerlo por un paso subterráneo de la estación.
La investigación judicial sobre el accidente deberá determinar si el paso subterráneo fue suficiente para absorber a la gran cantidad de viajeros que descendieron en la estación, al parecer unos 700, y si el cierre de la pasarela superior existente, de titularidad municipal, fue uno de los motivos por los que los fallecidos optaran por atravesar las vías.
Marcelo Carmona, un boliviano testigo del trágico accidente, aseguró a Efe que el paso subterráneo de la estación de Castelldefels estaba en ese momento “abarrotado” y que, pocos segundos antes del siniestro, hubo una “oleada de gente que se lanzó a las vías” para ir a la playa a celebrar la verbena.
“Se escuchó el claxon del tren varias veces y en tres segundos... se llenó todo de cadáveres, hubo muchos gritos y mucha angustia”, resaltó.
La identificación de las doce víctimas mortales se está realizando en el Instituto de Medicina Legal de Barcelona, donde empezado a llegar personas con la sospecha de que pueden tener familiares o amigos entre los fallecidos.
Estos trabajos se han prolongado hasta hoy debido al mal estado en que han quedado muchos de los cuerpos y restos humanos tras el impacto.
Las autoridades no dieron de inmediato ninguna identidad de las víctimas, a la espera de comunicárselo primero a las familias, aunque todo apunta a que entre los fallecidos puede haber diversas personas de origen latinoamericano residentes en el área metropolitana de Barcelona.
De hecho, muchas de las personas que se han acercado al centro cívico de Castelldefels habilitado para atender a familiares de las víctimas o que han acudido a la Ciudad de la Justicia son de origen latinoamericano.
Además, la Embajada de Colombia en España informó de la “desaparición” de dos de sus ciudadanos tras el accidente. Con motivo de esta tragedia, el Rey Juan Carlos canceló la recepción oficial que iba a ofrecer ayer con motivo de su onomástico.
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero expresó su solidaridad por la tragedia.